¿Qué relación pueden tener entre sí la consagración de Argentina campeona del mundo en el Mundial Qatar 2022, la canción de Rafaella Carrá “Pedro”, una historia de superhéroes y la Orquesta Filarmónica de Mendoza?
A simple vista, ninguna. Pero, de la mano de una original y didáctica propuesta a cargo de la misma Filarmónica y de un grupo de talentosos actores mendocinos, estas situaciones y protagonistas que -a priori- no tienen demasiado en común, terminan vinculadas en sí.
Y el vínculo que generan es tal que no es de sorprender que, cada mañana, más de 1.000 chicos, chicas y adolescentes de Mendoza terminen eufóricos, saltando y hasta cantando en el icónico Teatro Independencia, la sala mayor de la cultura mendocina.
Desde el lunes pasado -12 de agosto- y hasta el miércoles 28 se desarrollan en el teatro del centro mendocino los conciertos didácticos de la Orquesta Filarmónica de Mendoza. Con dos funciones diarias (a las 9 y a las 10:30), estudiantes del nivel inicial, primario y secundario de escuelas mendocinas disfrutan de 55 minutos de una aventura multisensorial y donde la música, la puesta en escena y la participación de ellos mismos son los grandes protagonistas.
Se trata de la segunda edición del ciclo organizado por la Subsecretaría de Cultura de Mendoza, que comenzó el año pasado. Y este año se espera que más de 10.000 chicos de escuelas de toda la provincia puedan tener un primer acercamiento a la música de orquesta y sus instrumentos a través de esta experiencia inmersiva, que ya tiene todos sus cupos agotados para 2024 (las escuelas y cursos se anotaron a fines de julio, luego del receso invernal).
“Años atrás se hacían clases estructuradas en el teatro donde a los chicos se les decís: ‘este es un violín, esta una tuba’, y se tocaba música clásica. Pero después nos dimos cuenta de que nosotros no damos clases, entonces surgió la idea de que los chicos vengan y lleguen a la música y a despuntar la curiosidad desde otro lugar, poder ver todos los instrumentos juntos involucrados en una historia que les llegue”, destacó el director de la Orquesta Filarmónica de Mendoza, Pablo Herrero Pondal.
De hecho, el número tiene arreglos especialmente preparados para la ocasión y a cargo de Mauro Marquet. Por supuesto, con piezas musicales en las que los más pequeños se ven identificados y representados.
A través de una puesta en escena y una trama que involucra a tres superhéroes que deben salvar a la música de un villano, los artistas y el público no solo viajan con los distintos instrumentos musicales como vehículos, sino que -además- son parte de una historia en la que no queda afuera el Mundial ganado por Argentina en diciembre de 2022 y el viral del mapache bailando “Pedro”, de Rafaella Carrá.
“Es un disfrute constante poder contarle esto a los chicos, y estar con la orquesta es maravilloso. La parte del armado es importantísima. Por ejemplo, con ‘Pedro’ y con ‘Muchachos’, los chicos explotan”, agrega a su turno Matías González. Junto a Wilson Plaza y Deivid Laguna, son los tres actores que dan vida a los cuatro protagonistas principales de la historia (además de los músicos y sus instrumentos).
SALVAR LA MÚSICA
Durante los 13 días hábiles incluidos entre el 12 y el 28 de agosto, y en las dos funciones diarias, la sala del Independencia ya tiene localidades agotadas. Con la música como leitmotiv, la historia de los tres amigos que descubren sus superpoderes en el interior de un cofre es atrapante para el público. No solamente por su brillante desempeño en escena, sino por la sincronizada complementación entre la historia y la banda de sonido (interpretada en vivo por los músicos de la Filarmónica).
La esencia mendocina queda bien presente en la propuesta. Por un lado, por la forma de hablar de los protagonistas y las palabras que utilizan (como “manso” en su versión de sinónimo de “algo que está bueno”). Pero, además, incluyen detalles como mencionar a Harry Potre (en lugar de Potter) con la excusa de que es de Potrerillos. O hablar de “Mi villano lavallino” en vez de “Mi villano favorito”.
Y si de villanos hablamos, imposible pensar en una historia de película (literalmente, dado que se interpreta música de films) sin una némesis para los protagonistas. En este caso, se trata de un malvado (y torpe) ser que amenaza con eliminar la música y dejar al mundo sumido en un profundo y deprimente silencio por toda la eternidad.
“Para los arreglos buscamos obras de películas familiares y para chicos, así como también música de videojuegos o la de Rafaella Carrá que se volvió viral para los chicos. La idea es que sea música actual, de la que se escucha en todos lados”, sigue el director de la orquesta. “Es mucho más didáctico y entretenido para los chicos que interpretar algo de Beethoven y agregarle: ‘Beethoven nació en Alemania, en el año...’”, compara Herrero Pondal.
Toda la música interpretada por la orquesta es acústica y se escucha el sonido natural de los instrumentos. Lo único para lo que se utiliza micrófonos en la puesta es para el diálogo de los actores que dan vida a la trama.
DE “MUCHACHOS” A “PEDRO PE”
Entre las piezas musicales que incluye la puesta -y que indefectiblemente están familiarizadas con los chicos-, no falta la canción principal de Harry Potter, así como otras que, si bien son más “de adultos”, son parte del cancionero popular. La música de “Rocky”, de “Tiburón”, la “Marcha Imperial” (vinculada a Darth Vader y el lado oscuro en el universo Star Wars) y hasta la pegadiza canción del “Inspector Gadget” no faltan en el repertorio.
Pero los momentos de mayor emoción entre los chicos son dos. Primero, cuando suena “Muchachos” y se recuerda la final del Mundial ganada por Argentina en 2022. Aquí niños, niñas -y también adultos- terminan de pie, cantando, saltando y agitando. Todo mientras los tres amigos agitan en el escenario banderas celeste y blanca.
¿Alguien podría siquiera intentar imaginar un presente distópico, en la que la última jugada de Kolo Muani entraba al arco celeste y blanco y Argentina ni siquiera tenía ese glorioso motivo del Mundial para celebrar? Por suerte la realidad es otra, y los casi 500 chicos que ocupan las butacas del Independencia hasta quedan afónicos de cantarle a Lionel, a “Los Pibes de Malvinas” y a los “Muchachos”.
Y el segundo momento de mayor conexión del público con el número es cuando el villano revela su verdadero nombre: Pedro. Porque es el momento en que los músicos se lucen con una versión de “Pedro” (conocida también como “Pedro Pe”), aquella que fue compuesta y popularizada por Rafaella Carrá en los 80, pero que tuvo su resurgir en TikTok y las redes sociales de la mano de un video viral en que se puede ver a un mapache bailándola. Claro que los niños asocian la canción al mapache y no a la diva italiana.
“Surgió la idea de hacer algo distinto a lo más tradicional y que suele ser lo de presentar cada instrumento y mostrarlo. Entonces se nos ocurrió, junto con Mauro Marquet, contar esta historia”, concluye Matías González, uno de los actores.
De hecho, para agrupar los distintos tipos de instrumentos, cada uno de los superhéroes agrupa sus poderes en una familia distinta (percusión, de viento y de cuerdas).