Si bien los tres egresaron en distintas épocas, Héctor Patrizio, Paulo Arias y Pablo Naballes guardan los recuerdos más hermosos y entrañables del icónico Colegio Nacional Agustín Alvarez, que hoy celebra nada menos que 156 años desde que se dictó el primer día clases, el 20 de marzo de 1865.
Héctor, ingeniero agrimensor, de 62 años, finalizó el secundario en 1975 y asegura que el sentimiento de pertenencia se mantiene intacto. “Era un colegio únicamente de varones, con quienes nos seguimos juntando y recordando anécdotas de todo tipo. Lamento en esta oportunidad no poder acercarme a la celebración”, señala.
Paulo, de 48, egresó en 1989 --cuando ya era mixto-- y asegura que la experiencia fue inolvidable, en especial por el vínculo entre pares y docentes, todos de “excelente nivel”. Concurría en horario vesperino y eligió la orientación contable. Las aulas le dejaron un grupo de compañeros y amigos “maravilloso” con quien aún hoy sigue compartiendo lindos momentos.
Naballes, que trabaja en la administración pública (Salud), acota: “Egresé en 2000 y puedo asegurar que al día de hoy somos amigos con nuestros exdocentes”.
Lourde Laborde, directora del establecimiento desde los últimos 10 años, recordó que el edificio es monumento histórico y parte muy importante de la cultura mendocina. “Tenemos una matrícula de 931 estudiantes divididos en dos turnos, matutino y vespertino”, dijo, para agregar: “La realidad hoy es muy diferente a la de los inicios, con mucho más alumnado, pero resistimos y hemos hecho frente a los distintos embates a través de los años”.
La pandemia por el Covid-19 resultó un antes y un después, según añadió, para resaltar y valorar la labor y el compromiso del equipo docente, que estuvo a la altura de las circunstancias con la virtualidad.
“Los alumnos se han reincorporado con gran alegría y mucho deseo de reencontrarse y volver a la normalidad. Los recibimos con sus barbijos y todo el protocolo correspondiente”, advirtió.