Una casona que recuerda la intensa actividad en la Alameda

En una antigua construcción, hoy en venta, funcionó una clínica dental, pegada al desaparecido mercado La Pirámide, en San Martín y Córdoba.

Una casona que recuerda la intensa actividad en la Alameda
La antigua casona que fue una clínica dental, ubicada muy cerca del mercado La Pirámide, en la Alameda. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

“2520 metros cuadrados, magnífico terreno por sus dimensiones”, se puede leer en el frente de la antigua casona ubicada en el inicio del paseo Alameda, en San Martín al 1700. Una construcción sobria, de grandes ventanales y una puerta principal de casi 3 metros genera curiosidad entre quienes a diario pasan por el sitio. “La casa perteneció al doctor Páez Suero, una persona muy querida, respetada y excelente dentista”, recuerda Gabriel Kahle, que tiene un histórico negocio de mercería y regalería, prácticamente pegado a la casa en venta.

Gabriel añade: “Recuerdo que hace 50 años, mis tías concurrían al consultorio, que al principio fue una clínica odontológica, pero con el tiempo, el dentista redujo la actividad. Pero eran tiempos de gran movimiento, había muchos negocios, entre ellos, uno de los más conocidos, el Mercado La Pirámide”.

Kahle, si bien recuerda con nostalgia aquel tiempo, se ilusiona con que la Alameda retome un nuevo impulso a partir del anuncio realizado hace unos días por el propio intendente Ulpiano Suarez, de convertir a la Alameda en un centro comercial a cielo abierto. “Me parece acertada la idea, esperemos que con la renovación de los inmuebles, en este caso la venta de la casona, se invierta en proyectos que puedan convocar a la gente, al turismo. Se me ocurre que con tanto terreno disponible, se puede instalar un hotel pequeño o un supermercado importante para que vuelva el movimiento permanente y a toda hora a la Alameda”.

Planean instalar un centro comercial a cielo abierto en el Paseo Alameda. Foto: Marcelo Rolland / Los Andes
Planean instalar un centro comercial a cielo abierto en el Paseo Alameda. Foto: Marcelo Rolland / Los Andes

Víctor, otro vecino, dice que hubiera preferido que se mantuviera la fachada del edificio, para que se mantenga la imagen histórica del lugar. Sin embargo, esto será muy difícil de lograr. Desde el municipio capitalino informan que la construcción no tiene una declaratoria patrimonial, instrumento necesario para mantener el frente por lo menos. Y el actual propietario informa que la casa está muy deteriorada y por esta razón la propiedad se vende como terreno. Es que la falta de mantenimiento y la humedad prácticamente dejaron maltrecho el edificio.

“El doctor Páez Suero murió hace unos años, pero atendió hasta fines de los 80, ya se había jubilado, después esa casa se vendió y así pasó por otros propietarios y hoy nuevamente está a la venta”, dice José, quien fue paciente del reconocido dentista. “Me acuerdo que le pregunté si podía colocarme aparatos para mejorar la mordida y la estética y me respondió que no. El hombre es como el oso, mientras más feo más hermoso”, dice entre risas.

El mercado La Pirámide

Luis Ocampo, que trabaja en Doña Tela, otro negocio histórico, cuenta que entre los locales de venta de telas, mueblerías y de servicios, la Alameda era un centro paralelo al actual. “Trabajo desde la época del Mercado La Pirámide, que tenía entrada sobre Córdoba y salida por San Martín, en realidad por Remedios Escalada. Fueron momentos de gran actividad hasta fines de los 70″. Probablemente, el histórico mercado lleva el nombre en recuerdo a un homenaje que se tenía pensado instalar allí. En 1814, el Cabildo ordenó erigir allí una pirámide en recuerdo a la toma de Montevideo por parte de los patriotas. A partir de allí, a este lugar, actualmente Córdoba y San Martín, por muchos años se lo llamó La Pirámide.

Cabe aclarar que actualmente se encuentra allí el monumento a Fray Luis Beltrán.

Ocampo describe que después, en la década de los 80, bajó la presencia de gente en el lugar y con la última remodelación se le dio prioridad a la diversión nocturna. “No me parece mal, pero ahora se debería poner acento en las actividades comerciales a toda hora, especialmente de día, para que regrese el público”. De todas maneras Luis no se queja porque todavía hay mucha gente en la calle, sobre todo al mediodía o a la tarde, “pero después de las 19 queda un tanto vacío este sector”.

Además de los negocios de tela, de la familia Saada, Ocampo recuerda que antes de abrir el negocio donde actualmente trabaja se encontraba una famosa talabartería. “Aquí estaba la talabartería de Gabrielli, tenía entrada por 9 de Julio y avenida San Martín”, cuenta y entre risas continúa: “se comenta que en aquella época de la talabartería, la gente venía con sus caballos, ingresaban por 9 de Julio y salían por San Martín ataviados, como un 0km”.

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