Una escuela argentina fue elegida entre las diez mejores del mundo por su labor frente al cambio climático con participación de los estudiantes. El reconocimiento estuvo a cargo del premio “World’s Best School Prize for Environmental Action”. La institución distinguida es la Escuela Técnica N°8 Paula Albarracín de Sarmiento, una secundario pública ubicada en el barrio Parque Avellaneda de la Ciudad de Buenos Aires.
La escuela estuvo nominada entre las diez más destacadas en su rubro junto a colegios de Palestina, Filipinas, Canadá, Emiratos Árabes, Indonesia, Colombia, Suiza, Grecia y Malawi.
Al establecimiento porteño se le reconoció un proyecto que está realizando vinculado a Olimpo, un espacio que supo ser un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar, ubicado a poca distancia de la institución. “La escuela está recuperando este sitio que alguna vez fue del terror y lo vuelve a conectar con la comunidad, creando vida donde antes solo había muerte, a través de un jardín comunitario y un monumento que cuenta las historias de las víctimas”, destacaron.
Este es solo uno de los diversos proyectos ambientales y sociales que realiza la escuela, la cual está especializada en una educación en la que coexisten las ciencias sociales y químicas.
En el sitio oficial del premio remarcaron: “La mayoría de sus estudiantes llegan desde entornos de bajos recursos y viven en barrios donde tienen un deficiente acceso a agua potable limpia, comida saludable y calefacción”. Además, destacaron el Programa Escuelas Verdes, impulsado por el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.
“Liderando el trabajo a través de una red de escuelas de la comunidad, desarrolló proyectos para estudiar los beneficios nutricionales y ambientales de cocinas y hornos solares. Implementó un jardín comunitario y, en 2017, los estudiantes de química comenzaron a hacer sus propios nutrientes hidropónicos que transformaron a la escuela en proveedora de más de otros 50 colegios e instituciones comunitarias, para contribuir así al desarrollo de diferentes jardines comunitarios en pequeños lugares de la Ciudad. Un año después, los estudiantes desarrollaron cultivos acuapónicos como una alternativa para la agricultura ecológica”, escribieron en la página oficial.
El gobierno porteño explicó que el jardín comunitario destacado por “World’s Best School Prize for Environmental Action” comenzó con la elaboración de una huerta urbana en 2015. Así nació “Sustentando la memoria, acuaponía comunitaria”, nombre que ahora lleva la iniciativa. A través de la misma se procura recuperar los espacios del excentro clandestino de detención, tortura y exterminio Olimpo, en el barrio de Floresta. Allí se realizan labores que tienen que ver con una huerta agroecológica, la plantación de plantas nativas, y el desarrollo del sistema de hidroponía y acuaponía.
La escuela ganadora
El concurso tenía 5 categorías y en cada una de ellas habría una institución ganadora, las cuales se repartirían un premio de 250 mil dólares. Las cinco categorías eran:
- Colaboración con la comunidad
- Acción ambiental (donde estaba seleccionada la escuela argentina)
- Innovación
- Superando la adversidad
- Apoyo a una vida saludable
En Acción ambiental ganó la final una institución de Filipinas, la Bonuan Buquig National High School. Esta escuela se destacó por la restauración de manglares para revertir la devastación ambiental tras el tifón Pepeng. Los manglares son biomas compuesto por árboles tolerantes a las sales, típicos de sitios tropicales y subtropicales, y fundamentales para el medioambiente.
