Una estudiante de tercer año fue agredida por una compañera de 16 años a la salida de una escuela secundaria del centro de Maipú. La agresora le dio una trompada con una manopla en el ojo donde la joven tiene un tumor y le provocó una fractura orbital.
Este incidente de bullying ha generado una fuerte reacción en la comunidad educativa y entre los padres de los alumnos.
Según trascendió, el hecho ocurrió en las cercanías de la escuela Nº 4-261 “Presidente Raúl Ricardo Alfonsín” de Maipú.
La madre de la víctima, que realizó la denuncia de la agresión en la comisaría 10° de Maipú, expresó su angustia consultada en declaraciones a Cadena 3: “Ella está muy nerviosa, tirita, muy preocupada porque no puede recibir un golpe en el ojo. Y bueno, vinieron precisamente a pegarle en el ojo donde tiene el tumorcito”. El ataque no solo dejó a la joven con lesiones físicas, sino también con un grave impacto emocional.
Este preocupante caso subraya la gravedad del bullying en las escuelas y la necesidad de tomar medidas urgentes para proteger a los estudiantes. La comunidad educativa de Maipú está exigiendo acciones concretas por el caso.
Qué es el acoso escolar
Según el sitio web oficial de la Dirección General de Escuelas (DGE) se entiende por acoso escolar a una conducta agresiva deliberada y prolongada de maltrato, insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresión física de uno o varios estudiante/s hacia otro/s, que se convierte/n en blanco de reiterados ataques.
Desde el organismo recomiendan a los padres nunca dudar de lo que su hijo o hija le cuenta, tampoco desconfiar ni creer que exagera. Aseguran que lo más probable es que incluso minimice u oculte algunos hechos para no angustiar los padres.
Recomiendan como primer paso hablar con la escuela y plantear el problema sin acusar ni responsabilizar a nadie, pero a su vez exigiendo un compromiso de cambio. Se sugiere también solicitar una próxima entrevista para reevaluar la situación.
Rechazan enfáticamente difundir lo que le está ocurriendo al hijo/a en las redes sociales, en pos de que la escuela o la sociedad reaccione. Aseguran que esto genera el efecto contrario: lo/la expone, y por ello no se protege su privacidad.