Una familia argentina integrada por Jose, Lorena, Maite, Malen y dos perros y un gato, está varada desde hace 15 días en el paso fronterizo entre Brasil y Argentina, en Uruguayana. “Estamos a veinte cuadras de casa, ya no tenemos dinero, es una locura”, dijo desesperada Lorena al no permitirles el ingreso al país.
Sin embargo la familia Fusca no es la única afectada por esta situación, de hecho forma parte de un grupo de argentinos que llegó a la frontera terrestre. Esto sucedió luego de que el 31 de marzo el juez de Paso de los Libres, Corrientes, Gustavo Fresneda diera la orden al gobierno de Alberto Fernández para que habilitara el ingreso de más de ochenta argentinos que debieron pasar varias noches en un ómnibus en Uruguayana porque no los dejaban volver, según Infobae.
José (48), y Lorena, Maite y Malena Fusca (7) en busca de recorrer latinoamérica en motorhome. Para lograr este sueño él renunció a una empresa de electricidad con retiro voluntario y ella como asistente terapéutica. Con ese dinero y algunos ahorros compraron su colectivo que convirtieron en su hogar rutero, y un taxi que quedó en el país para afrontar los gastos de estar afuera.
Lorena comentó a Infobae que “siempre fue nuestro plan salir a explorar el mundo. Conocer lugares, impregnarse de cultura y andar más livianos por la vida”. En total dieron la vuelta por todo el territorio argentino, Paraguay y Brasil.
Todo lo que se generaba con el alquiler del taxi iba destinado a seguir viajando. “No necesitábamos mucho dinero para combustible y comer. Hacíamos changas para sumar algo”.
Cabe resaltar que las hijas del matrimonio estaban anotadas en el programa de educación a distancia de Pernambuco, en el nordeste de Brasil. El estilo de vida nómade los hacia feliz.
Sin embargo en medio estalló la pandemia, y el taxi quedó parado por las restricciones de circulación. A su vez, la licencia se venció.
Ante esta situación Lorena comentó que “sin la fuente de ingreso fue difícil sobrevivir. Hacemos de todo: vendemos artesanías, comida, aprendí hacer trenzas. Llegó un punto que no pudimos más. Entonces decidimos emprender el regreso a casa”.
Hace quince días que están varados en la frontera, en Uruguayana, a metros de Paso de los Libres, en Corrientes. “No nos dejan pasar. Estamos estacionados con otros camiones. Ni trabajar se puede acá, es un paso fronterizo, no hay movimiento. Nos da bronca porque estamos cerca de casa”, se lamentó Lorena.
En Misiones una familia los espera con trabajo. “Una vez que pasamos el cruce podemos ir hasta allá José se va encargar de las tareas generales, yo de la cocina. Vamos, ganar algo de dinero para seguir hasta Buenos Aires”.
Y siguió: “No pedimos ayuda económica, solo que nos abran la frontera...esto es una pesadilla”.
Al ser una zona despoblada, y ya casi sin dinero, la familia está viviendo de donaciones. “Muchas veces los camioneros, que ya nos conocen, nos dejan comida, ellos van y vuelven al país. Agua potable nos brinda el gerente de la estación de servicio”.
Entre los requisitos para ingresar necesitan PCR negativo, que ya se les venció porque no les habilitan el cruce. “Ya firmamos hace siete días la declaración jurada que aceptamos todos los términos y condiciones”.
Lorena se comunicó con el cónsul de Uruguayana (Ricardo Di Lelle) “Fue muy amable, y nos ofreció su respaldo. También nos pidió un poco más de tiempo de espera”.
Según la diplomacia argentina “es normal que la gente se enoje porque hay una medida administrativa que es el Decreto Presidencial que impide que los argentinos vuelvan al país por vía terrestre. Quienes autorizan volver son Migraciones y el Ministerio de Salud y solo por razones humanitarias”.