Después de Argentina no hay en el mundo un país más argentino que Bangladesh. ¡Y la Copa del Mundo Qatar 2022 lo confirmó! Luego de que el pueblo bangladeshí saliera a festejar a la calle cada uno de los partidos que la Selección Argentina de Fútbol ganó en el Mundial, durante los primeros minutos del lunes (hora en aquel país del Sudeste asiático), el pueblo bengalí vivió una verdadera fiesta en las calles. Porque las 0 del lunes en Bangladesh, fueron las 15 del domingo en Argentina y las 21 en Qatar. Y fue el momento en que Gonzalo Montiel convertía el cuarto penal de la definición de la final, gol que llevaba a Argentina a ser la nueva campeona del mundo.
Y en la Universidad de Daffodil, ubicada en Daca (Capital de Bangladesh), los primeros minutos del lunes fueron una verdadera fiesta. Porque una multitud siguió -y vivió- la final en pantalla gigante. Y cuando Montiel convirtió el cuarto penal, la alegría invadió a la multitud que estaba en el lugar, y dio paso a los festejos desenfrenados, a la pasión y al flamear de banderas celestes y blancas que habían copado el lugar. ¡A 17.000 kilómetros de Argentina!
La historia de tanto cariño
Luego de haber sido colonia británica por décadas, en 1942 -y con la Batalla de Singapur como contexto-, Inglaterra abandonó el territorio de Bangladesh. Sin embargo, antes de retirarse, saquearon las tierras y les quitaron víveres, cosechas y hasta el tendido de medios de transporte. Lo hicieron ante el temor de que Bangladesh apoyara a Japón en esa Batalla de Singapur que se liberó en plena Segunda Guerra Mundial.
Como consecuencia de esa Gran Hambruna Bengalí y del saqueo de los británicos, fallecieron más de 3 millones de bangladeshíes. Y ese fue el comienzo del rencor del pueblo bengalí hacia los británicos.
En 1986, por la Copa del Mundo que se disputó en México ese año, Argentina -que luego se consagraría campeón del mundo- eliminó a Inglaterra con dos goles de Diego Armando Maradona. Y el pueblo de Bangladesh encontró en este héroe sin capa -aunque con una zurda prodigiosa- a su vengador, su justiciero. Y ello terminaría derivando en el amor incondicional del pueblo de Bangladesh hacia Argentina y su Selección de fútbol.
Un pueblo “hermano” en el Sudeste asiático
Desde el primer partido que Argentina jugó en Qatar -derrota por 2 a 1 contra Arabia Saudita-, las muestras de cariño y clamor popular llegaron y se hicieron oír en tierras bengalíes. Y todo tuvo su punto cúlmine con la consagración argentina.
La República Popular de Bangladesh se sitúa en el Sudeste Asiático y es país muy pequeño, aunque con una gran población (casi 170 millones de habitantes). El idioma oficial es el bengalí, uno de los diez idiomas más hablados en el mundo y que lo hablan casi 265 millones de personas en Bengala occidental de India y Bangladesh.
La religión principal en Bangladesh es el Islam (más de 90% de la población lo sigue) y aunque a sus ciudadanos les encanta el fútbol, es el cricket el deporte más popular. Según sus propias palabras, para los bangladeshíes ‘fútbol’ significa Maradona, Argentina y Messi. El pescado es el plato principal de aquel país -tienen más de 700 ríos- y entre su fauna se destaca el imponente tigre de Bengala.
