Una médica del hospital de La Matanza, en Buenos Aires, compartió en Twitter una fotografía de la vianda que recibe en el trabajo y comparó su situación con la de los estudiantes que han tomado colegios en CABA.
“Soy médica de un hospital de La Matanza, llevo 36 horas de guardia. Esto me dieron de almuerzo hoy. Comí y seguí atendiendo partos, consultorio y cesáreas. ¿Tomo el hospital? ¿Qué hago?”, escribió Silvia Escalante en su cuenta de Twitter.
La profesional dirigió la publicación a la diputada nacional del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, quien ha expresado su apoyo a la medida que llevan adelante los alumnos.
“La comida no difiere mucho de lo que nos dan en un sanatorio privado. A veces son rejuntes. Esa comida tenía papa, zanahoria y lechuga. Y lo que se ve blanco son restos de pollo del día anterior”, explicó Escalante a Todo Noticias.
La profesional tiene 60 años y se ha especializado en ginecología y obstetricia. Actualmente trabaja en el Sanatorio Colegiales, en la Obra Social de Choferes de Camiones y que realiza reemplazos de guardia en el hospital Dr. Alberto Balestrini de La Matanza.
“Lo hice porque estoy cansada. Porque a pesar de la energía que me caracteriza, que a veces pienso que se va a terminar con mis ganas de seguir en Argentina, se recicla y sigo. Lo publiqué porque me cansé de escuchar un relato”, dijo.
“En el caso de los chicos siento que hay un solo camino para seguir: el del mérito, el esfuerzo, el de no mezclar la política en lugares donde no corresponde. En una cocina tenés que cocinar, en una escuela formarte y en un hospital atender”, agregó.
Sobre la toma de colegios, sostuvo que “los reclamos son válidos”, aunque no comparte las formas en las que los llevan a cabo. “Lo de las viandas es una excusa, ellos son instrumentos de uso político. Creo que intentan limar al Gobierno de la Ciudad, necesitan tener infiltrados y fueron por esto, por la toma de escuelas”, expresó.
“Me preguntan por qué hago 36 horas de guardia, justamente porque pienso en el otro, que también es víctima de esa situación. Ganamos poco, estamos cansados, o no nos dan de comer, pero el otro también es víctima y merece ser bien tratado”, agregó.