Una Navidad en grupos chicos, al aire libre, sin abrazos ni besos

Recomendaciones. En un año atípico, especialistas resaltan que se deberán mantener las medidas sanitarias durante estas celebraciones, con el objetivo de contener la propagación del virus Covid-19.

Una Navidad en grupos chicos, al aire libre, sin abrazos ni besos
Compras de navidad. El centro se vio colmado por aquellos que tenían que terminar de comprar los regalos navideños. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes.

No nos tenemos que olvidar que el virus está circulando. Debemos seguir respetando las medidas que ya han demostrado ser eficaces”, resaltó el Doctor Sergio Saracco, toxicólogo y emergentólogo. Esto lo dijo en el marco de la celebración de los festejos de Navidad y Año Nuevo.

Es que las medidas de prevención serán fundamentales para contener la propagación del virus en una situación epidemiológica que permite una flexibilización mayor, pero que aún presenta riegos debido al estado de transmisión comunitaria. Las reuniones están autorizadas en todo el país, y a esto se suma el tránsito de personas entre provincias para los encuentros presenciales.

Salud de la Nación ha comunicado en su página web las recomendaciones para minimizar el riesgo de transmisión durante las celebraciones en contexto de pandemia.

“Evitar grandes reuniones y reducirlo en lo posible a grupos convivientes”, resaltó Saracco. Es fundamental tener en cuenta que estar al aire libre reduce significativamente la posibilidad de contagio, por lo que se sugiere se realicen en patios o terrazas. De no ser posible, los espacios deben permitir una buena ventilación.

Mantener la distancia física es una de las premisas fundamentales. Sergio Saracco sugiere que se distribuyan varias mesas, una para cada grupo familiar o conviviente, en caso de ser posible. De lo contrario, utilizar mesas amplias, grandes. “Es fundamental no mezclarse, mantener los grupos”, aclaró. En un momento donde las emociones son protagonistas, este año obliga a encontrar nuevas formas de demostración a los seres queridos. “Lamentablemente en estas fiestas no habrá ni abrazos ni besos sino saludo a la distancia. El hecho es compartir”, expresó.

Este año la vestimenta elegida para la ocasión especial deberá tener un accesorio imprescindible: el famoso tapaboca o barbijo. Su uso debe ser permanente, retirándolo lo menos posible, sólo para comer y beber. “Se trata de un uso solidario, protege a los demás ante la posibilidad de que uno se en encuentre infectado”, subrayó .

Se pide que aquellas personas que presenten algún síntoma compatible, que tengan sospecha de estar contagiados o que hayan estado en contacto con algún caso positivo o sospechoso que no asistan a las reuniones.

Buffet como medida sanitaria

Según el doctor Saracco, lo ideal es que se disponga una única mesa con todos los alimentos para que cada persona o grupo, en caso de estar divididos en diferentes mesas, se acerque por turno a servirse. En todo momento se debe permanecer con el barbijo. Quienes preparen la mesa de alimentos deben realizarlo con barbijo y una correcta higienización de las manos. Los elementos que se utilicen para servir los alimentos, que se comparten, son seguros siempre que no tengan contacto con la boca. “No hay evidencia de que la enfermedad se transmita a través de los alimentos”, informó Saracco.

Al momento de comer, cada uno deberá utilizar sus utensilios y evitar en todo momento que se compartan cubiertos y vasos, elementos que al estar en contacto con la boca y saliva si son elementos con alto riesgo de transmisión.

El lavado de manos con agua y jabón se debe ser frecuente durante todo el encuentro y fundamentalmente antes de acercarse a la mesa de alimentos para servir en los platos.

Saracco enfatizó sobre el uso de barbijo en aquellas personas que utilicen medios de transporte públicos, como colectivos o metrotranvía, durante todo el viaje y que aseguren que todos las ventanillas se encuentran abiertas para favorecer la ventilación y disminuir el riesgo de contagio.

“Lamentablemente se ve cómo se están relajando las medidas. Cada vez más gente ha dejado de usar el barbijo, o lo utilizan de manera que no cumple ninguna función (en el cuello o en la frente) Son medidas que las tenemos que seguir sosteniendo aunque sea verano”, insistió.

Los casos de Ciudad de Buenos Aires, conurbano bonaerense y Rosario nos van indicando que la situación preanuncia una segunda ola. “La idea era aprovechar el verano para tratar que bajaran lo más posible los casos y se liberaran la mayor cantidad de camas para poder afrontarla en las mejores condiciones. Si ocurriese ahora, estamos lejos de llegar a esa situación ideal. Esto sólo lo podemos lograr con el cumplimiento de estas simples medidas y evitar una situación más compleja”.

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