Todo un barrio se puso en pie de guerra contra un grupo de gendarmes, y no es que tenían que hacer algún operativo especial por inseguridad o delitos complejos.
Simplemente tenían que llevarse a un carpincho que estaba en poder de la familia Caravallo, quienes lo habían criado como mascota en el barrio San Martín de la ciudad de Santa Fe y lo tienen en su poder desde hace 5 años.
Aunque ‘Pancho’ no solo es querido por su familia adoptiva -en especial por la hija de Juan Carvallo, una nena de 8 años- sino también por todo el vecindario. Sin embargo los efectivos acudieron al lugar por una denuncia anónima y tenían indicaciones de capturar al carpincho para trasladarlo a una granja de la zona.
Al ser notificados, los Caravallo hicieron hasta lo imposible para evitar que la Gendarmería se lleve a ‘Pancho’: “No molesta a nadie y está bien cuidado. Acá en el barrio lo quieren todos, todos lo cuidan. No es un animal que está mal. Yo entiendo que no se pueda tener, pero a mí me lo regalaron de chiquito... uno lo crió. Se lo van a llevar, ¿para qué? ¿Para que se muera en la granja?”, cuestionó Juan muy preocupado por el futuro de la mascota a la emisora Aires de Santa Fe.
“Está tranquilo, no molesta y ahora le quieren sacar el carpincho a mi hija para llevarlo a la Granja. Se va a morir ahí, va a extrañar. Todo el barrio le da de comer. La policía se lo quiere llevar”, se quejó.
Según lo relata Clarín, tras un largo rato de idas y vueltas el clima se volvió tenso cuando los efectivos quisieron capturar a Pancho. A continuación los vecinos rodearon la jaula y lo impidieron. Luego, lo fueron llevando hacia otro sector para alejarlo de la jaula, mientras los autos que pasaban por el lugar se cruzaban en la calle buscando frenar el avance de las autoridades.
Todo decantó en que las autoridades se limitaron a tomar los datos de Caravallo y retirarse del lugar. Sin embargo, Manuel Jaramillo, director ejecutivo de la Fundación Vida Silvestre, cuestionó ante la misma emisora la presencia del carpincho en una familia: “Los carpinchos pueden convivir con los humanos, pero la pregunta importante es si deben convivir con los humanos. En realidad son especies silvestres que no deben ser domesticadas y sometidas al mascotismo”.