Vacuna rusa vs. la de Oxford: ¿qué diferencias hay y pueden usarse ambas a la vez en Argentina?

Se trata de las dos más avanzadas contra el Covid-19. A finales de mes se conocerá si son eficaces y no presentan riesgos para la salud humana. El Gobierno espera comenzar la vacunación antes de 2021.

Vacuna rusa vs. la de Oxford: ¿qué diferencias hay y pueden usarse ambas a la vez en Argentina?
La intención es vacunar a personal de salud y grupos de riesgo a finales de 2020 - Ignacio Blanco / Los Andes

El anuncio de Alberto Fernández para adquirir 15 millones de dosis de la Sputnik V, la vacuna de Rusia contra el Covid-19, reavivó la expectativa frente a la pandemia, aunque también más dudas acerca de su éxito en pacientes, ya que es escasa la información disponible y recién a fin de mes se sabrá si tuvo o no éxito en fase 3.

Desde el Ministerio de Salud de la Nación precisaron a Los Andes que será una orden de compra por 15 millones para diciembre y que la Federación Rusa donará otras 10 millones de dosis para el verano. Dependerá el despacho hacia la Argentina que el desarrollo de la misma termine exitosamente en los próximos días.

Como las autoridades ya tienen pautado un esquema de distribución, la esperanza de Fernández es que tanto el personal de salud como las personas de grupos de riesgo accedan a la inoculación antes de 2021.

Pese a las críticas iniciales de países como Estados Unidos, Alemania y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), la Sputnik V fue la primera vacuna registrada contra el Covid-19 en agosto pasado.

Como se publicó en la revista The Lancet, el 100% de los adultos sanos participantes en los ensayos clínicos de fases 1 y 2 de Sputnik V demostraron una fuerte respuesta inmune frente al SARS-CoV-2.

Mientras que el ensayo clínico en curso de fase 3 de la Sputnik V cuenta con la participación de más de 40 mil voluntarios.

¿Cómo es cada vacuna?

Creada de forma artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición (es imposible contraer Covid-19 como resultado de la vacunación), la Sputnik V -nombre inspirado en el primer satélite- se presenta en forma liofilizada, es decir, como un polvo que se mezcla con un excipiente para disolverlo y luego administrarlo por vía intramuscular.

El fármaco utiliza una tecnología de adenovirus humano de dos vectores diferentes, Ad5 y Ad26, para una primera y una segunda inyección. Sin embargo, Sputnik V no contiene adenovirus humanos vivos, sino vectores adenovirales humanos que no son capaces de multiplicarse y son completamente seguros para la salud.

Se basa en una plataforma de vacuna de dos vectores ya existente, desarrollada en 2015 para tratar el ébola, que superó todas las fases de los ensayos clínicos y fue utilizada para derrotar la epidemia de esa enfermedad en África en 2017, según dijo Nadey Hakim, vicepresidente de la Academia Internacional de Ciencias Médicas.

La Sputnik V, vacuna de Rusia contra el Covid-19. Foto:
La Sputnik V, vacuna de Rusia contra el Covid-19. Foto:

En cambio, la vacuna de Oxford/AstraZeneca, otra de las que se sabrá a fin de mes si es efectiva y que también se producirá en Argentina, está hecha de un virus genéticamente modificado que causa el resfriado común en los chimpancés.

Los investigadores le transfirieron a la vacuna información genética de la “proteína espiga” del SARS-CoV-2, la herramienta crucial que utiliza el coronavirus para invadir nuestras células. Esto significa que la vacuna se parece al coronavirus, y esto le da al sistema inmune la posibilidad de aprender cómo atacar.

Los ensayos mostraron que la vacuna genera anticuerpos y las llamadas células T que pueden combatir el coronavirus.

La sede mAbxience, el laboratorio que producirá en país la "sustancia activa" de la vacuna de Oxford - Foto:
La sede mAbxience, el laboratorio que producirá en país la "sustancia activa" de la vacuna de Oxford - Foto:

¿Se podrán usar ambas vacunas (u otras) a la vez?

El Gobierno argentino tiene negociaciones para adquirir distintas vacunas contra el Covid-19, lo que permitirá -según reiteran desde la Casa Rosada- opciones en caso de que alguna no resultara eficaz contra la enfermedad.

Además de la Sputnik V y la de Oxford, las vacunas de Pfizer/BioNTech (EE.UU. y Alemania) avanzan en sus ensayos de fase 3 y también hay conversaciones con Sinopharm (China).

“Estamos abiertos a cualquiera que nos pueda aportar la solución. Lo que queremos es que los argentinos puedan inmunizarse cuanto antes frente al riesgo de contagio. El que primero traiga la vacuna será muy bienvenido”, había manifestado Fernández en agosto, al anunciar el acuerdo con Oxford y AstraZeneca.

Según explicó ayer en TN Jorge Geffner, inmunólogo de la Unidad Covid del Conicet, “esto de comprar a riesgo es lo que ha hecho Estados Unidos y toda Europa Occidental”.

"Para fines de noviembre, primera quincena de diciembre, debería estar esta data, es decir, si de los 40 mil voluntarios vacunados hay un nivel de protección muy importante”, consideró.

“Teniendo en cuenta la calamidad de la pandemia. ¿Qué es lo que nos puede pasar en el mejor de los casos? Que si comprás a tres compañías, nos sobren vacunas. Pero el costo es mínimo frente al costo que sería quedarnos cortos. El Gobierno está obligado a jugar a varias puntas", evaluó el especialista.

Para Geffner, entonces, no habría problemas de usar varias vacunas contra el Covid-19 en distintos lugares del país ni de revacunarse al año con una vacuna de otro laboratorio.

Con este alentador panorama, el ministro de Salud, Ginés González García, diseña un plan de vacunación masiva y obligatoria para fines de año para no menos de 13,5 millones de personas, entre personal de salud y grupos de riesgo, primer y necesario paso para llegar a toda la población, hacia marzo de 2021.

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