Una mujer viajó hacia la ciudad de Andalgalá, Catamarca para concretar la compra de un colectivo Mercedes Benz que había visto por Marketplace, pero no tuvo el final que ella esperaba. Inició su viaje el 4 de septiembre y manejó sola más de 1500 kilómetros desde Tandil.
A bordo de su Ford Fiesta Max y durante casi 18 horas, Paula Van de Walle soñaba con llegar a su destino final para comenzar una nueva vida. En diálogo con TN, la mujer contó: “Al dueño le entregué dinero y mi auto. La idea era pagar todo y volver a Tandil en el motorhome, manejando yo sola obviamente. El 6 de septiembre, el dueño puso en marcha el vehículo en una bajada. A los dos kilómetros, en una curva, chocamos contra una casa y volcamos”
La mujer sufrió un leve traumatismo de cráneo y un corte en su frente. Al instante, una ambulancia se dirigió hacia el lugar y la trasladó hasta el hospital más cercano para auxiliarla.
“A las dos horas yo estaba nuevamente en el lugar, quería mi motorhome. Cuando llegué vi que había dos máquinas de Vialidad poniéndolo de pie. Pero me lo destrozaron, le rompieron todo el frente que estaba intacto. La carrocería estaba bien, ni el parabrisas se había dañado. Y me encontré con una escena de terror”, expresó.
Aun así, el dueño del motorhome no se hizo cargo del hecho y Vialidad tampoco. A raíz de los hechos, Paula decidió tramitar un permiso policial para que, con una custodia especial, la dejaran manejar el vehículo hasta la capital catamarqueña y allí buscar un taller que le reparara el vehículo.
“Me recomendaron un taller chapista y fui. No era fácil conseguir uno en el que entre el motorhome y lo puedan tener el tiempo que demandara el arreglo, así que lo dejé. Pero empezaron a pasar los días y lo único que me exigían eran pagos”, relató la mujer, madre de cuatro hijos.
“Me pusieron el frente ensamblado de otro colectivo que ni es Mercedes Benz. Luces sin conexión y un chaperío mal colocado. Me habían pasado un presupuesto de $500.000 que se transformó en $640.000. Pagué todo. Sin embargo, luego de un mes de estar varada acá, me pidieron otros $200.000″, continuó.
La mujer denunció el hecho ante la Justicia
Finalmente, luego de luchas por su vehículo, se lo devolvieron. Luego se dirigió a una fiscalía para denunciar los hechos contra los dueños del taller mecánico.
“Les pedí que me lo dieran así como estaba, que quería llevármelo a otro lugar en donde sí pudieran repararlo. Ellos lo tuvieron 20 días y trabajaron dos. Encima me sacaron la batería que estaba nueva”, dijo Paula.
Tras ser avisada sobre una nueva cifra, llevó a una abogada y varios policías para que fuesen testigos de que ella iba a transferir los 200.000 pesos que le exigían, pero quería que le devolvieran el motorhome.
“Hice la entrega del dinero y un policía mediaba entre ellos y yo. Oficiaba de intermediario. Al rato vino y me dijo que exigían $100.000 por la batería. Así que no hubo arreglo. Fue por eso que decidí hacer la denuncia”, resaltó.
Luego de 38 días en Catamarca, Paula puso de su bolsillo US$5200 para pagar el motorhome (también dejó su vehículo como parte de pago), $1.040.000 a los chapistas y $500.000 en hospedaje y comidas.
“Yo vendí todo porque mi objetivo es vivir en un motorhome. Me desprendí de muebles y electrodomésticos, puse todos mis ahorros. En Tandil soy artesana y tengo un emprendimiento allá. Dejé todos los productos, así que acá no puedo fabricar nada y estoy sin trabajar”, detalló.
Por otro lado, hace más de un mes y medio Paula no ve a sus hijos que viven en Tandil. Además, le exige una solución a la Justicia catamarqueña para resolver el problema en el que se siente ahogada y “estafada por un grupo de personas que vio mi necesidad y se aprovechó de mí”.
Pero algo sorprendió a Paula. En las últimas horas, el dueño de otro colectivo le propuso un arreglo: entregarle el suyo y quedarse con el que está en el taller. “Sin embargo quiere que además le entregue $4.000.000. A mí me gusta, le pedí que me lo guarde, pero no tengo más dinero”, dijo.
Paula lanzó una campaña en sus redes sociales en donde compartió su número de teléfono y un alias para quienes la puedan ayudar a recuperar su motorhome y volver a Tandil. “Extraño a mis hijos, necesito regresar”, remarcó.