“Estamos trabajando muchísimo” cuenta Sergio de la zapatería Don Carlos en la ciudad de Mendoza, y agrega que durante la cuarentena y a medida que fueron habilitando actividades y extendiendo los horarios, su trabajo en el taller de calzado empezó a incrementarse. “hoy a raíz de la crisis que hay y del aumento de los precios a nosotros se nos ha incrementado muchísimo, te diría que el doble o el triple la cantidad de trabajo”.
Los salarios pierden poder de compra
Las consultoras privadas comenzaron a publicar sus informes con estimaciones de inflación de junio, y los resultados no son alentadores: el indicador de precios al consumidor parece no poder perforar el piso de 5%. La indumentaria es uno de los rubros con mayor aumento en los últimos meses y los precios del calzado muchas veces se comparan con el de un alquiler.
Debido a esto muchos optan por reparar esa zapatilla gastada o ese taco del zapato antes que salir a comprar uno nuevo. En su taller Sergio cuenta lo que más lleva la gente a arreglar, “mucha zapatilla, a raíz del precio que tienen hoy, las de marca principalmente, pero de todo en general, botas, mochilas, valijas, camperas, todo se ha incrementado bastante”.