El Gobierno provincial quiere que los mendocinos vuelvan a la fase de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO), lo que -entre otras cosas- permite el regreso de las reuniones familiares en casas particulares los fines de semana (sólo para parientes directos). Pero es la Nación la que debe disponerlo, como fue también el presidente Alberto Fernández quien determinó en octubre que el Gran Mendoza, Tunuyán y Tupungato regresaran a aislamiento y se reestablecieran ciertas restricciones que habían sido levantadas.
Por esto mismo es que el gobernador Rodolfo Suárez solicitará a la Nación, con miras al nuevo anuncio y decreto que deberá formalizarse a partir del lunes próximo ya que el domingo vence el decreto actual, que esas mencionadas zonas regresen al distanciamiento.
Además del regreso de las reuniones familiares en casas particulares, el pedido de Suárez incluirá la requisitoria para que se habiliten en toda la provincia actividades de turf, en centros culturales y salas, en jardines maternales, en salas de juego y casinos y en fútbol 5.
Lo mismo solicitará además para escuelas de verano y natatorios en clubes.
No obstante, en el pedido no habrá ninguna solicitud de que se revea o elimine la circulación por la vía pública y atención de acuerdo a la terminación del DNI.
Antecedente
A principios de octubre, Suárez autorizó el regreso de las juntadas familiares en casas (hasta ese momento, solo se permitían en restaurantes). Además, eliminó la circulación por DNI para los viernes, fines de semana y feriados. El anuncio generó una gran expectativa, sobre todo porque el 18 de octubre se celebraba el Día de la Madre y los mendocinos se entusiasmaron con poder reunirse en familia (legalmente).
No obstante, la semana previa al 18 de octubre, la Nación dispuso que el Gran Mendoza y los dos departamentos del Valle de Uco regresaran a aislamiento; y lo hizo por la gran cantidad de contagios diarios y la ocupación de camas del sistema sanitario. Así las cosas, la más reciente flexibilización se extendió apenas durante tres días.
El detalle es que en las últimas semanas los casos en Mendoza se amesetaron y se evidenció una baja en la tasa de positividad. Luego de haber llegado a picos de 50% en este último indicador - la mitad de los tests que se realizaron fueron positivos-; el miércoles, por ejemplo, se ubicó en 30% (3 de cada 10 testeados estaba contagiado).
A esta realidad se suma un alivio en la ocupación de camas de Unidad de Terapia Intensiva (UTI) en la última semana -80% en toda la provincia y 83,7% en el Gran Mendoza-.