En Mendoza, ya hay colegios privados cuya cuota supera los $30.000. Se trata de aquellos que tienen una oferta diferenciadora, con actividades extracurriculares, doble jornada, idiomas intensivos, otros “extras” y que además no reciben aporte estatal. Estas actividades complementarias se cobran como un plus sobre la cuota básica, lo que incrementa su valor.
La inflación, que recrudeció los últimos meses, ha impactado en todos los rubros y este no ha sido la excepción. Incluso, la Dirección General de Escuelas ha autorizado a aquellos establecimientos privados que sí reciben aportes a aumentar las cuotas. Sin embargo, los ingresos no necesariamente se han incrementado en la misma proporción para la mayoría, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo. Esto ha empujado a las familias al recorte de gastos lo que ha hecho que muchos padres decidan el cambio de escuela de los hijos hacia alguna que implique menor peso para el ingreso familiar.
En estos colegios de mayor costo aseguran que no aprecian una pérdida notoria, quizás porque quienes acuden son personas de nivel socioeconómico más alto que no necesitan llegar a recortar en ese rubro. Sí parece haber más movilidad en segmentos medios.
Cuotas altas
En colegios consultados detallaron que tienen diversos valores en las cuotas. En uno señalaron que entre primaria y secundaria tienen ocho valores diferentes, dependiendo del grado o año. En la Escuela Italiana, las cuotas en primaria van desde los $30.000 hasta los $40.000. En el Colegio San José (Hermanos Maristas), el valor de primaria varía según el grado: es de $31.800 para el primer ciclo y $32.700 para el segundo. En el caso de la secundaria alcanza los $33.000, según la última circular del 5 de septiembre. En tanto, en nivel inicial los valores van desde $19.400 a $27.200, según la sala.
Hay otras instituciones que se ubican en el segmento “premium”, como los colegios Portezuelo, Del Huerto o San Jorge. Sin embargo, las consultas de este diario allí para conocer los costos fueron infructuosas.
Otra propuesta es la del colegio Norbridge, que está levemente por debajo de aquellas, aunque se acerca a ese monto: allí cuesta $12.000 el Nivel inicial, $20.000 en promedio la primaria y $24.000 toda la secundaria.
Otro segmento
Hay otro segmento de colegios privados, aquellos que reciben apoyo estatal y cuyas cuotas varían en función de este. En estos casos es la Dirección General de Escuelas (DGE) la que autoriza los aumentos y publica el listado. La última fue el 8 de agosto.
En ese grupo, las cuotas más altas autorizadas en Nivel Primario son la del colegio Andino, que es de $12.978 con 30% de aporte, y que también es la más alta en secundario, donde el costo es de $16.255.
La secundaria tiene valores más altos que primaria. Ejemplos entre los más elevados son el colegio Padre Claret, que cuesta $14.738 con 40% de aportes y Santa Clara, en iguales condiciones. Otros ejemplos son el Club Antonio Tomba, que puede cobrar $13.620 con 50% de aportes y Corazón de María o San Gabriel, que tienen 60% de aportes y tienen autorizada una cuota de $12.554.
El economista José Vargas, titular de la consultora Evaluecon, resumió que de acuerdo a sus relevamientos, en primaria en Gran Mendoza, la cuota promedio es de $7.700. “Hay que recordar que en los últimos 90 días hubo dos autorizaciones de aumentos de cuotas de colegios privados”, destacó.
Movilidad en colegios privados
Las condiciones socioeconómicas llevan al cambio de consumos, tal cual se señaló y esto se asocia a la movilidad entre colegios para ahorrar. Es una decisión que no resulta fácil ya que implica la pérdida de la comunidad educativa, amigos, vínculos, un entorno conocido que muchas veces es contención y probablemente un colegio elegido porque satisfizo las expectativas. Por otra parte, también hay que contemplar que muchas familias hacen un gran esfuerzo económico por acceder a estas instituciones por considerar que son una mejor apuesta para la educación de sus hijos y su futuro.
Verónica tiene tres hijos que van a Maristas, pero está en proceso de cambiarlos, ya que a la familia se le hace difícil solventarlo. “Somos empleados públicos, estoy buscando otro colegio, privado, pero subsidiado por el Estado, porque la cuota de Maristas se fue muy elevada y el aumento de sueldo de los estatales no se equipara con el aumento de cuota, que es cada tres meses”, explicó. Pese a que la escuela hace descuento por varios hijos, señaló: “Hoy pago $90.000, se me va más de la mitad de mi sueldo”.
Eliana Sanagua ya lo concretó cuando a fines del año pasado vio que la situación se complicaba. “Tengo dos hijos que van a primaria. Empecé a buscar bancos en otro colegio en noviembre del año pasado para que este empezaran en un cole nuevo, ya la cuota había subido mucho y los extras que te cobran no los podía seguir pagando”, relató. “Mi marido es el único que trabajaba y al tener un solo ingreso se nos dificultaba llegar a fin de mes. Sumado a eso, yo decidí terminar mi carrera para buscar trabajo y la facultad también es privada. Eran muchos gastos. Siempre pagamos las cuotas a tiempo, pero después no nos quedaba para lo demás”, contó.
En los colegios de mayor costo consultados dijeron que en 2020 y 2021 hubo atrasos en las cuotas y algo de movilidad. Este año la situación está más estabilizada y casi no se van chicos. En la DGE, hasta antes del receso invernal tampoco percibían demasiado movimiento desde escuelas privadas a públicas.
Sin embargo, Vargas, con datos algo más actualizados advierte otra realidad, que involucra colegios más accesibles y por ello, una clase media que se está viendo más afectada por el contexto económico. “En los últimos 60 días, 15% del total de alumnos han cambiado de colegio, la mayoría a colegios estatales directamente. No han mutado en general a otro colegio privado. Además, 40% de los padres de colegios privados primarios están en mora”, apuntó. Por otra parte, los colegios han optado por otra modalidad de cancelación: si se paga del 1 al 15 de cada mes es un valor y el resto del mes, con un recargo: “Algunos pagan los últimos días del mes y otros se atrasan uno o dos meses , no más que eso”, dijo el economista.
