Están felices. Son mendocinas y disfrutan los Juegos Olímpicos de la Juventud desde adentro. Son parte del ejército que hace posible que la organización sea posible: los Voluntarios.
Son Sol (21) y Flor Giménez (23) quienes llegaron desde Las Heras y cuentan a Los Andes cómo llegaron hasta aquí y su experiencia.
"Cuando te inscribís como voluntario por un lado te dan a elegir las áreas en las que te gustaría desempeñarte. Y después tenés un apartado en el que agregas experiencias laborales, de otros voluntariados, idiomas etc. Y de ahí la organización va eligiendo los perfiles que les parecen más adecuados para cada rol. Y también está ma cuestión de la disponibilidad del tiempo".
"Los asistentes empezamos a trabajar el 30 de septiembre cuando fueron llegando nuestras delegaciones y la mayoría terminamos entre el 19/20 de octubre cuando se van.
La cuestión de cuántos días pensás dedicarle a los juegos y si pueden ser más también te lo preguntan cuando te inscribís".
La primera que habla es Flor, quién ha vivido todos los días yendo a la Villa Olímpica.
"A los asistentes nos asignan una delegación, en mi caso Rumania, y trabajamos directamente con el Jefe de Misión que es como el coordinador general de todo el grupo de atletas, entrenadores, etc", arranca quién es traductora de inglés.
"Y básicamente lo que hacemos nosotros es ayudar a la delegación para lo que necesiten según lo que nos pida el jefe de misión. Depende del país haces ayuda con el idioma cuando hay entrevistas o reuniones o por ejemplo si los atletas tienen que ir a un control médico.
También guiarlos por la ciudad, acompañarlos a algún estadio para competir, lo que haga falta. Por eso nosotros trabajamos directamente en la Villa Olímpica".
Sol estuvo toda la semana en Tecnópolis dónde tuvieron su sede el futsal, el tenis de mesa y el bádminton. Lo suyo fue menos específico.
"Lo que más me ha gustado es el intercambio cultural con otros países, la buena onda que han tenido los chicos de Buenos Aires conmigo. Y delegaciones copadas... La gente de Puerto Rico y Camerún muy buenas ondas. Los asiáticos son más cerrados pero también charlan cuando tiene ganas. Los más fríos, los rusos por lo menos lo que hemos podido hablar con ellos, con cortos de palabras y no les gusta mucho relacionarse! Pero no tienen drama con nadie, ellos vienen a disfrutar, y se nota (más allá del resultado)", cuenta la estudiante de odontología.
"Me inscribí con muy pocas esperanzas porque nunca había participado y además creía que no daba para que me eligieran. Hay voluntarios de otros países como Brasil y otras provincias, pero aquí de Mendoza solo yo, la mayoría son de Buenos Aires" dice con un entusiasmo que contagia y hasta hace uno que sienta una sana envidia.
En cuanto a las condiciones que reciben dice que "nosotros solventamos estadía y pasajes. Nos dieron el uniforme, pasajes gratis para micro, Subte o tren, y desayuno/almuerzo o mediatarde/cena dependiendo del horario! Qué no los asignaron más o menos hace un mes", continúa y deja entrever que no le molesta haber tenido que ahorrar por mucho tiempo.
Es más ambas apuestan por más. Sol dice que se inscribió para los Panamericanos del año próximo y Flor apuesta por más y buscará su oportunidad en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Por ahora siguen viviendo ese sueño cumplido y teniendo el orgullo de haber representado a Mendoza en estos Juegos. Cómo miles de chicos, son los héroes silenciosos de cualquier competencia deportiva.