La literatura como vehículo de la responsabilidad social de cada individuo. Fortalecer los vínculos y trabajar en el territorio como escritores es uno de los pilares del Festival Internacional VaPoesía Argentina. El encuentro celebra su octava edición con un broche especial, la inauguración de la biblioteca comunal “Hijas de Huanacache” en la Laguna del Rosario del desierto lavallino.
Como parte de su trabajo y propósito de llegar a comunidades alejadas de los centros urbanos y en situación de vulnerabilidad, el festival cada año reparte sus actividades en dos centros, Buenos Aires y Mendoza. De cada encuentro participan poetas nacionales e internacionales, que de manera desinteresada comparten su obra con grupos que por lo general no tienen acceso a la literatura.
Y el secano lavallino se convirtió en el epicentro de este encuentro, que este año por la pandemia se extendió en el tiempo y la agenda culmina en diciembre.
“Desde hace ocho años la modalidad del festival es una semana de mayo en Buenos Aires y la segunda semana en junio, en Mendoza. Este año tuvimos que hacerlo de otra manera, pero sin descuidar el territorio. Porque por las características del festival y la poesía es trabajar e ir al territorio”, comenta Marta Miranda codirectora del festival que transita su octava edición.
Gracias a esta perspectiva, el encuentro que tiene como epicentro Mendoza, ya recorrió cárceles, barrios urbanos marginales, comedores y Lavalle. Aquí, los hacedores culturales pudieron penetrar en la comunidad, generando un interés particular por la literatura y la poesía.
“No hay una temática definida, pero esta edición estuvo atravesada por la pandemia y el acceso a la comunidad. Porque nuestro trabajo es en el territorio, y si bien la pandemia nos obligó a estar adentro, la comunidad no se cierra, sigue viviendo ahí, la vida está ahí. Lo que nos atravesó fue la idea de un territorio vedado y como llegar a la gente”, resalta la escritora que esta semana culminaron las actividades en Buenos Aires con una lectura virtual desde la estación de Constitución, con la participación de metro delegados que escriben.
La literatura en el territorio
En 2013 cuando comenzó el encuentro era inimaginable que la comunidad de Huanacache tuviera su propia biblioteca. Ocho años después, gracias al interés de la población hoy abren la biblioteca “Hijas de Huanacache” en la Laguna del Rosario.
“Esto es consecuencia de un trabajo que se viene conversando con las mujeres del secano. Es un trabajo en comunidad, porque si nos juntamos con la gente del lugar, vos podes dar talleres, hacer una biblioteca, pero si no impacta en la comunidad no tiene sentido. Y hay una pertenencia super fuerte entre ellas. Para nosotros es muy emocionante que las mujeres adultas que nos acompañan tengan esta iniciativa”.
Por primera vez, el evento cuenta con el patrocinio de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), que vio con buenos ojos el proyecto de montar una biblioteca comunal, con la colaboración desinteresada de escritores y editoriales, que donaron libros para llenar el espacio de historias, palabras y letras.
“Trajimos libros desde la capital, recibimos donaciones y Ediciones Culturales, la editorial del gobierno de Mendoza se comunicó y donó cien libros. Se generó un círculo entre los escritores mendocinos que donaron sus obras. Es una biblioteca comunal con literatura general, tiene algunos libros para chicos, pero ya cuenta con un volumen de libros importantes”, resalta Miranda.
Un proyecto que nació por iniciativa de las quince mujeres que cada año participan del festival y vieron la necesidad de tener un espacio literario inclusivo por fuera del sistema educativo, para que el interés por la literatura se multiplique.
“Son entre doce y quince las que conforman el grupo de mujeres adultas y ellas son las que trabajaron permanente porque viven ahí. Las actividades con los chicos de secundaria y primaria dependen de quién esté albergado en el momento que vamos. Pero la biblioteca partió del trabajo con ellas. Es una biblioteca comunal, pensada para que la usen los chicos de la escuela y toda la comunidad, porque uno nunca sabe dónde pueden llegar los libros. Y la literatura en soporte libro en estas zonas es fundamental”.
