“Nunca me había pasado de andar sin un peso en el bolsillo. No podía comprar nada y no me quedaba nada por vender”, sostiene el protagonista de la novela Una sombra ya pronto serás de Osvaldo Soriano. Es un anónimo, como muchos, con un pasado de cierto éxito y la ilusión por las promesas de una Argentina mejor. De la ficción a la realidad, en un lugar de la ruta, en un punto inexacto, un hombre conduce su auto con una gran perspectiva del horizonte que está por delante. El país puede explicarse así.. como una metáfora, como una road moby, como una secuencia de pasos que lentamente nos acercan hacia algún lugar. De repente suena el teléfono, del otro lado una voz ejecuta una pregunta mecánica, detrás del volante Claudio Zuchovicki responde. A modo de compañía, la conversación trascurre de Concordia a Buenos Aires.
-¿Cuál es el panorama de la Argentina que ves del otro lado del parabrisas?
-Creo que vienen tres o cuatro meses complicados, quizá uno más después del resultado de las Paso, pero según como sea la transición. Honestamente creo que después Argentina es una buena oportunidad de inversión. Si lo tengo que definir, vamos a vivir los meses más complicados de los próximos años, pero me parece que Argentina después tiene muchas posibilidades -por un contexto global que ayuda y por algunas cosas internas-, de dar vuelta esta situación difícil que estamos viviendo... está sensación térmica que todos tenemos.
-¿Esa sensación, con un dólar que tiende al alza?
-Me paree que el dólar es la consecuencia. En el ambiente en el que me muevo veo que estamos como anestesiados, mirando con la cabeza para abajo, es la desilusión de la clase media; es el gran sacrificio de la clase media, que no tiene entusiasmo. Siempre digo que mi calidad de vida fue mucho mejor que la de mis viejos y la de mis viejos a la de mis abuelos, pero mis hijos no pueden repetir ese círculo. Veo que no van a poder llegar y eso te genera cierta duda, te preguntas para qué hiciste tanto esfuerzo, tanto trabajo... es lo mismo que nos pasa a todos, y no veo un horizonte.
Lo que estamos viendo es la depreciación del peso. Si tomo un año vista, el dólar subió mucho menos que otros artículos; de hecho todo subió más que el dólar en términos de la inflación promedio del 104% anual, y eso fue mayor a la valuación del dólar. El peso pierde valor, porque vos no querés tenerlo; por eso quizá el bodeguero prefiere acumular vino y no venderlo, el sojero acumular soja y no venderla, el que tiene alguna herramienta prefiere guardar la mercadería y vender lo mínimo como para pagar el alquiler.
Por eso yo, más que marcar la agenda por el dólar, que es un termómetro y lo entiendo, me parece que estamos en presencia de la devaluación del peso, de nuestro salario, de nuestras expectativas futuras.
-Teniendo en cuenta esa devaluación, ¿Cómo se cambia el chip?
-Invirtiendo, por expectativa u oportunidad. Hay dos ejemplos en el mundo... puedo invertir porque pienso que el futuro puede ser cien veces mejor y aunque compre caro no me importa, porque tengo expectativas de cambio a favor, porque creo que con el tiempo voy a recuperar con ganancias lo que estoy pagando por una propiedad en los Estados Unidos o en una zona cara de Mendoza. Ese es el camino ideal, invertir por una visión de futuro.
Por el otro lado es invertir porque el precio es muy barato, es más especulativo. El ejemplo que vengo repitiendo, es que si vendo mi auto, un Mercedes Benz, y vos me decís: Claudio, ni loco te lo compro, porque con el problema de seguridad que hay, los impuestos... ¿Pero si te digo que te lo vendo por 1.000 dólares?, Si dámelo, después veo que hago. Argentina entró en un nivel de precios muy bajos, por lo que valen los activos argentinos, que empieza a tentar a muchos porque vale la pena el riesgo
Yo le planteo a mis hijos, bueno te vas... y cuánto vale tu plata afuera, qué podes comprar, y la verdad es que voy a ser un sudaca en todos lados. Pero hay un momento en el que decís ‘vale la pena pelarla’, porque es mucho más barato y efectivo pelearla acá, porque no se si -con los recursos que tengo- voy a tener la misma calidad de vida que tengo aquí en otro lado. Me parece que esa ecuación juega y es ahí donde se basa mi esperanza, no de corto plazo, porque para mí aún no vivimos lo peor en términos sociales, pero si mediano plazo, porque Argentina tiene muchas bondades para ofrecerte al precio que te lo esta ofreciendo hoy.
El próximo tramo
La conversación trascurre de Concordia a Buenos Aires, es un tramo. Zuchovicki conduce su auto sin apartar la vista del camino, de la realidad. Pronto abordará un avión con destino a Mendoza, el jueves disertará -en el hotel Sheraton- ante la comunidad de negocios invitado por la billetera virtual Ohana; “Cómo invertir antes de las elecciones presidenciales”, es la excusa. Las charla es una compañía, se insinuan temas como el cine, la literatura, el libro “País riesgoso” que escribió junto a Hernán Dobry y se publicó en 2014. En frente, la realidad espera del otro lado del parabrisas.
-¿Qué se debe esperar para el corto plazo?
-Una licuación de la clase media, de los jubilados, una disminución del salario público, donde tu sueldo no alcanza... una caída del consumo, de la inversión. Creo que todas las variables del Producto Bruto Interno (PBI), van a peor. Porque el consumo se está cayendo, porque no se están haciendo rutas, porque no tengo caminos, por lo que saben todos... solo estoy describiendo el presente. Socialmente estamos deprimidos, ese el corto plazo.
Y cómo podes soñar a mediano plazo, con esta sensación me preguntarás. Porque hay muchas cosas que nos jugaron muy mal ahora y que después van a jugarnos a favor. Por ejemplo, en el contexto internacional todas las monedas de los países vecinos se valorizaron, el Yuan también se valorizó... que quiere decir, que necesitan menos dólares para comprar la mima cantidad de activos. O en Semana Santa no hubo una explosión de turistas chilenos que vinieron a comprar, lo mismo pasó con los paraguayos o los brasileños. Somos un país muy barato para los países vecinos, entonces genera una demanda extra.
En segundo lugar vas a dejar de importar gas y te vas a ahorrar unos 15 mil millones de dólares que antes gastabas. Es imperdonable que no hayan hecho los gasoductos antes, pero bueno ya están.
Por último, ahora viene el niño, no la niña, con lo cual después de una sequía fenomenal que tuviste y que no es culpa de nadie, solo del clima, vas a tener una muy buena cosecha y eso generará un buen ingreso de dólares. En cuanto al contexto global, hay mucho países que están en conflictividad política… hoy no es más fácil caminar las calles de Francia, tampoco Baiden tiene una buena imagen.
-En Francia la gente salió a la calle a protestar por el anuncio del aumento de la edad jubilatoria.
-Porque el estado esta fundido, y fijate que se están matando para jubilarse más jóvenes que nosotros. Hay que hacer reformas estructurales que no todas las sociedades aguantan, lo ves en Francia. Creo que nos tendremos que poner de acuerdo en las cosa básicas en Argentina, en el sistema político que viene, para ver un cambio a favor del esfuerzo, del laburo…
Hablando de la ruta, hacés 50 kilómetros fuera de la Capital Federal y hay otra Argentina; hay provincias que tiene superavit, no todas lo tienen, y el privado más o menos labura. Por un lado vemos los números de la pobreza, que existe porque ves gente en la calle y también ves miseria,; pero por el otro, hay una economía informal que está funcionando. Y eso no lo mide la economía, ni lo bueno ni lo malo... cuando medís inflación, quizá en las cosas informales hay mucho más; si contemplas la informalidad quizá hay changas que por ingresos les permita vivir… hay una pobreza estructural, de cloacas, de infraestructura, pero también hay muchos argentinos que tienen un ingreso informal que no están contabilizados.
Hay una microeconomía que se desprendió de la macro... el que se fundió es el Estado.
Contáme vos de Mendoza…