Eduardo Sancho. “Hay que aplicar a nivel mundial la experiencia de integración nacional”

Entrevista. El presidente de Fecovita habló sobre el nuevo rol de la Federación en el marco del Foro Mundial de Cooperativas Vitivinícolas.

Eduardo Sancho. “Hay que aplicar a nivel mundial la experiencia de integración nacional”
Eduardo Sancho, un dirigente con larga trayectoria en Fecovita.

“Queremos que las alianzas internacionales entre las cooperativas vitivinícolas le generen un mejoramiento al productor”, sostiene Eduardo Sancho. El titular la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Fecovita) presidirá durante este año el Foro Mundial de Cooperativas Vitivinícolas, mandato que concluirá en 2023, cuando Argentina reciba a los representantes de las federaciones de Australia, Brasil, Chile, España, Francia, Italia y Portugal.

“Creemos que ha sido fundamental la asociación internacional entre las cooperativas de tres continentes: América, Europa y Oceanía. Primero se formaron las alianzas con los franceses, españoles y brasileños; después se construyeron con los demás países”, explicó el dirigente sobre el organismo intercontinental que nació en 2008. Sancho comentó que las relaciones entre las distintas federaciones se van fortaleciendo a medida que estas empiezan a conocerse e impulsan intercambios de consejeros, productores y jóvenes profesionales con el objetivo de enriquecer sus experiencias.

-¿Cómo nació el foro mundial de cooperativas vitivinícolas?

-En 2008 iniciamos el contacto con las cooperativas vitivinícolas francesas y luego comenzamos a charlar con las catalanas y brasileñas. Posteriormente formamos el Foro Mundial.

Ahora la mesa se ha ampliado bastante. Antes junto a nosotros participaban las federaciones y cooperativas de Francia, España, Italia, Brasil y Chile. Después ingresaron las instituciones de Australia y Portugal.

-¿Cuáles son los objetivos que persigue el Foro?

-Principalmente internacionalizarnos a nivel cooperativas. El objetivo central es trabajar en conjunto en el mercado internacional. Con Fecovita logramos un importante flujo de negocios con las cooperativas francesas y en ese sentido hemos recorrido un camino con éxito. Juntos abrimos una oficina en Shanghai donde se comercializan sus vinos y los nuestros. En este momento además trabajando juntos con Caviro, una federación fuerte en Italia, para hacer lo propio en el mercado de los Estados Unidos. Las federaciones francesas e italianas son las más parecidas a nosotros, son las más grandes.

Además de lo comercial buscamos potenciarnos y mejorar en forma continua. Hemos hecho intercambios tanto de consejeros, como de técnicos enológicos y agronómicos. Desarrollamos un sistema de pasantías en el cual la entidad que recibe se hace cargo de la estadía y los pasajes.

-¿Qué objetivos se perseguirán durante este año de gestión?

-Hay federaciones como las europeas, con importantes volúmenes de producción, que son muy fuertes en el aspecto gremial y comercial. Caviro, por ejemplo, tiene el vino más vendido en Italia. Juntos queremos seguir desarrollando mercados, porque el 60% del vino en el mundo es producido por las Cooperativas, pero no participan en la comercialización mundial. La experiencia de integración a nivel nacional es la que tenemos que aplicar a nivel mundial.

-Estas alianzas han fortalecido la presencia de las cooperativas en el mercado internacional. ¿Qué lugar ocupa Fecovita?

-En el caso concreto de Fecovita estamos aumentado nuestra presencia en China. El acuerdo comercial con los franceses, que ya cumplió cinco años, está abierto a las necesidades del mercado y trabaja en aspectos concernientes a la comercialización de vino. En el caso de Estados Unidos, en el que también intervienen los italianos, directamente buscamos un importador o una distribuidora.

-¿Qué líneas de vino están negociando?

-En Shanghai ofrecemos vinos de media y alta gama. Hemos llegado al mercado con las líneas de Estancia Mendoza y Los Helechos.

-¿Cómo se derrama esto en el productor mendocino?

-En el aumento de la rentabilidad, porque tener presencia en los mercados internacionales y conocer la demanda nos permitió adecuar nuestros productos, tanto a nivel de producción primaria como de elaboración.

Las federaciones manejemos el mercado interno, pero cuando salimos es distinto, no usamos el modelo cooperativo para llegar al mercado internacional. En el mercado actual juegan grandes actores y con mucho financiamiento. Las cooperativas debemos agruparnos para negociar en forma conjunta, con una fortaleza no solo del volumen de producción sino también económica, para llegar a todos los mercados. Debemos hacer sinergia para que el crecimiento beneficie al productor. Es lo que nos diferencia de otros esquemas económicos que buscan solamente la ganancia de la empresa.

-¿Se plantean mejoramientos en los procesos de la industria?

-En forma permanente, tanto en el sector primario como en la bodega. En los últimos diez años las cooperativas que forman Fecovita han hecho grandes inversiones para mejorar su tecnología de elaboración. Por otro lado, en el sistema tenemos 40 enólogos, sumando los de Fecovita a los de las cooperativas, quienes además de hacer capacitaciones internacionales han logrado por medio de las experiencias en los intercambios hacer mejoras continuas en la calidad. Tal es así que a Fecovita le faltan vinos de mesa y debe salir a comprarlos al mercado.

-Tomando el ejemplo de Argentina y la declaración del vino como alimento, ¿cuánto puede avanzar el Foro con esta idea en países como Francia, Italia o España?

-Desde el foro Mundial estamos trabajando en este sentido con Pau Roca, director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). Él ha participado en los últimos dos Foros, y mantiene una relación estrecha con nuestra organización. Se asocia al vino más como contenido de alcohol que como alimento, pero el vino es un producto equilibrado, natural; como producto industrial debe ser el más antiguo elaborado por el hombre.

Debemos defender al vino como alimento. Hemos enviado varias cartas explicando nuestra posición apoyando al OIV en otros foros internacionales, como el de la Organización Mundial de la Salud. Más que una declaración pública, nuestro interés es trabajar, desde la OIV, con otros organismos internacionales para defender las investigaciones científicas que avalan los beneficios del consumo medido de vino. Un ejemplo es la famosa participación del vino en la dieta mediterránea.

-¿Cuál es el horizonte del cooperativismo?

-Es la única forma en la que se puede mantener el pequeño y mediano productor, y cuando hablo de mediano productor, hablo de quien trabaja 30 o 40 hectáreas. En el capitalismo es fundamental la economía de escala para bajar costos, que se logra con capital propio o como alternativa con el modelo cooperativo, formado por el ahorro de muchos pequeños. En el caso de Fecovita, somos la unión de 5.000 productores chicos y medianos. Menos del 5% trabaja más 50 hectáreas.

Cada vez más hay más interés en la integración, en lo humano. Sólo es difícil competir porque hay una diferencia grande de posibilidades de negociación entre el productor y la bodega. La única opción para competir y equilibrar fuerzas es a través del cooperativismo.

-Después de las tormentas de granizo de mediados de diciembre, ¿cuál es la situación de las cooperativas que integran Fecovita?

-La tormenta nos pegó muy fuerte, principalmente en zona Norte. Tenemos un fondo solidario que cubre a nuestros productores cuando sufren daños por más del 30%. Esto soluciona en parte la problemática del productor individualmente. Lo positivo es que el granizo no afecta la producción masiva; en la producción general la incidencia es un poco menor.

-¿Cuáles son las expectativas de cosecha para el 2022?

-En la temporada hacemos dos estimaciones de cosecha en nuestros viñedos distribuidos en toda la provincia, la primera en diciembre y la segunda en febrero. Nuestro primer pronóstico nos arrojó una merma del 4%, por lo cual la cosecha sería muy parecida a la del 2021. Igualmente el resultado no es parejo, porque antes del granizo, vimos una merma mayor en el Este que en el Norte.

Perfil

Eduardo Sancho es hijo de productores vitivinícolas y estudió la carrera de Ingeniería Agrícola. En 1987, presidió Giol y participó en el proceso de transformación y fusión con la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Fecovita). Entre 1991 y 1997 fue titular del Departamento General de Irrigación y luego ministro de Ambiente y Obras Públicas en el gobierno de Arturo Lafalla. Hoy es presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), de Fecovita, director de Coviar y presidente del Foro Mundial de Cooperativas Vitivinícolas.

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