Miguel Ángel Schiavone es médico egresado de la UBA y doctor en salud pública. Ha ocupado varios cargos relacionados con su formación, pero también se ha desempeñado como docente en diferentes casas de estudios universitarios. Portador de varios premios y reconocimientos, llegó al rectorado de la Universidad Católica Argentina en 2018 y en agosto del año pasado renovó su segundo mandato que se extenderá hasta 2028.
En medio de su visita a la sede mendocina de la UCA, Schiavone habló sobre la nueva área universitaria que se puso en marcha, la importancia de colocar al alumno en el centro de la escena y aspectos educativos de los colegios, pero también se refirió a política demográfica, al desarrollo de nuestro país y la Educación como uno de los factores que impulsan este crecimiento.
-¿Cuáles han sido los objetivos de su visita?
-Aprovechamos esta visita para hacer varias cosas: una es la inauguración de nuevas áreas dentro de la UCA.
En la parte universitaria, estamos inaugurando la Biblioteca nueva, aulas nuevas y estamos empezando a desarrollar un área muy importante que ya tiene la UCA en Buenos Aires, denominada Vida Universitaria. Así como un hospital está organizado para los médicos no para el paciente, la universidad está organizada para el cuerpo docente y no para el alumno.
“Vida Universitaria” hace una verdadera revolución porque ubica al alumno en el centro de la escena y sigue al alumno para ver cuáles son sus necesidades, cuáles son sus reclamos; cuáles son sus problemas desde todos los puntos de vista para dar la respuesta a una necesidad económica y ver si es adecuado por una beca o para ver si tiene alguna dificultad familiar o social afectando su estudio; para sacarlo a la vida deportiva; para ver si requiere un tutor, especialmente en primer año. Porque primer año es el de mayor deserción por varias razones: tal vez, el alumno no había dimensionado la exigencia que tiene la universidad respecto de la secundaria, porque eligió una carrera y no era lo que quería... Entonces este acompañamiento con tutorías nos sirve para poder ayudar a este alumno a madurar.
-Esto está en sintonía con este nuevo paradigma de educación superior...
-Este objetivo que mencionaba está vinculado con la biblioteca. Es una biblioteca distinta, hasta ahora era sólo de trabajo individual. El alumno iba se sentaba con su libro, tomaba apuntes. Ahora la biblioteca está pensada para trabajo en grupo, para interacciones. Si bien una parte de la biblioteca seguirá siendo silente, la mayor parte -el 80%- del espacio será para trabajar en grupo, con pizarras, para que hablen entre ellos. También tiene la ventaja de que confluyen alumnos de las diferentes carreras y el oído de uno puede escuchar lo que está diciendo el otro de una disciplina totalmente desconocida para él y que le abre la cabeza.
-¿Cuáles fueron los otros motivos de este viaje?
-Visitar la escuela Papa Francisco que ha crecido enormemente desde todo punto de vista. La primera vez que vine fue en 2018 y había una parte de la primaria, los papás me preguntaban si habría después una secundaria porque en el fondo estaban esperando que los alumnos siguieran... Y valientemente les dije que sí; era una apuesta y ahora tenemos alumnos que están terminando la secundaria.
-¿Cómo va la incorporación a la UCA del colegio lujanino Santa María Goretti?
-Cuando las hermanas se decidieron a transferir Goretti a la UCA, nos puso contentos. Estamos viendo los vínculos de aquella escuela con la universidad, con becas para que tengan una continuidad en lo académico y en valores como tienen los estudiantes del colegio Papa Francisco. Firmamos con las hermanas hace menos de un año, pero desde que se firman papeles hasta que hay una identidad y se unen los logos pasa un tiempo.
Estamos en etapa de expansión en las cuatro sedes que tiene la Universidad: Puerto Madero, Rosario, Paraná y Mendoza. En Buenos Aires, tenemos dos secundarias y una primaria. Rosario y Paraná no tienen secundarias, pero estamos pensando en incorporar una en Rosario aunque todavía es un proyecto.
-¿Cómo influye la transformación demográfica a la hora de proyectar un colegio?
-Es algo que nos llama la atención especialmente para las escuelas de nivel inicial. Hay una transformación demográfica, una transición demográfica con envejecimiento de la población. En Buenos Aires, por ejemplo, debieron cerrar algunos colegios porque no había chicos.
Esto que nosotros veíamos en Europa de poblaciones envejecidas se ve aquí ahora. Esto impacta en lo educativo, pero impacta fuertemente en lo económico, en la fuerza laboral ya que la capacidad productiva y creativa de un país depende de la juventud, en el sostenimiento de los jubilados.
Entre que hay una población envejecida y que hay mucho trabajo informal sin aporte, hay un gran problema jubilatorio...
O sea hay que repensar todo esto y también hay que repensar esto que decían algunos de nuestros próceres “gobernar es poblar”. Nosotros estamos despoblando y concentrando la población en las grandes ciudades.
Pienso que deberíamos reconsiderar el tema demográfico como política de Estado como la política económica o la política educativa. Tenemos que definir si queremos muchos habitantes o pocos, si los queremos todos concentrados en la ciudad o los queremos dispersos en el país, arraigados en su lugar de nacimiento
-Con tantos incendios que apagar, el Estado se ocupa de lo urgente y no piensa en estas políticas...
-Pero esto es una visión estratégica a largo plazo, porque la decisión de tener un hijo no es de un día para otro y de criardo y educarlo, tampoco. Para que ese chico llegue a los 20 años y empiece a tener capacidad productiva, tiene mucho tiempo... Esto hace un poco a la política demográfica, pero también a la política general de un país.
Yo divido a los países en dos tipos: hay países productivos y países extractivos. Los primeros necesitan recursos humanos para la producción; los segundos, al contrario, cuanto menos habitantes mejor porque si hubiera muchos consumen lo que se extrae para afuera.
Si aspiramos ser un país extractivo con poca gente está bien.
-¿Cómo se relaciona con las políticas educativas?
-El desarrollo de un país depende de múltiples factores. Educación es el primer factor, o sea, no hay desarrollo en un país sin educación de su población. Inmediatamente, como segundo, está la salud de su población: si los habitantes están enfermos difícilmente esas personas tengan capacidad músculo.
En algunos casos, la necesidad de capitales, la tecnología también sirven para el desarrollo de un país. Hay países en Oriente que han crecido con desarrollo tecnológico. Y, diría también que hay un factor que hemos olvidado en Argentina y se llama cultura de trabajo que también hace al desarrollo, la población que emigró a nuestro país vino con cultura de trabajo, con esfuerzo.
Como último factor para desarrollar un país está la libertad. Sin libertad no hay desarrollo. La libertad bien entendida: libertad para decidir quién gobierna a través del voto y libertad de expresión...
Justamente los países que están sumergidos en subdesarrollo, una de las carencias que más tiene es la falta de libertad. Tienen petróleo debajo de la tierra, pero no hay libertad de expresión; por ejemplo, las mujeres en esos países con petróleo están sometidas totalmente.
De esos factores, la Universidad tiene que trabajar mucho sobre el tema de educación. Pero, además, el Papa Francisco propuso el Pacto Educativo Global y el principal actor es la familia, un valor esencial. Primero, la familia y después la escuela que tiene que seguir educando en valores.
¿Quién es el rector de la UCA?
- Nombre: Miguel Ángel Schiavone
- Profesión: médico (UBA) especialista en clínica médica (MSAL), especialista en salud pública (UBA) y doctor en salud pública (USAL).
- Trayectoria: Fue decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la UCA. Ha recibido importantes premios, de la Asociación Médica Argentina y de la Academia Nacional de Medicina, entre otros. Es el primer rector laico de la UCA, después de dos obispos (Derisi y Fernández) y tres sacerdotes (Blanco, Basso y Zecca).