1. Date un masaje: Antes de calzarte realizá estiramientos y automasajes de la musculatura posterior de las piernas, isquiotibiales, sóleo y gemelos y de la fascia plantar.
“También es útil amortiguar el antepié con alguna almohadilla de gel para que el golpeo continuo provoque un menor impacto”, recomiendan desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos.
2. Minimizá impactos: Escogé modelos con plataforma y suela de goma para que los movimientos del pie sean menos agresivos, y desechá los que te queden muy apretados.
3. Buscá apoyos: Intentá no cargar todo el peso en el pie, sentándote de vez en cuando. Y, si podés, no uses tacos altos en el trabajo y menos si es en superficies duras.
Si lográs cumplir algunas de estas pautas no sólo vas a poder lucir los zapatos o sandalias que tanto amás, sino que además colocártelos no será una tortura.