Opinión
Casa de locos
05-07-2020
En las reuniones privadas y secretas, Trump mostraba cierto escepticismo con la figura de Guaidó, y, más bien cierta simpatía secreta por Maduro, “ese duro”, la misma que, pese a todo, le merecía Putin, el nuevo zar de Rusia. Además de su inclinación sistemática por celebrar encuentros con dictadorzuelos medio locos, como el gordinflón que conduce Corea del Norte con mano de hierro.