Opinión
El viento Zonda y la ceremonia final de los Juegos Olímpicos
Me pasó igual con la ceremonia final de los Juegos. Como el Zonda, desde que empieza se desea que termine. La fiesta del cierre: música opresiva, oscuridad, confusión, el caos inicial. Momias saliendo de sus sepulcros, un mundo de muertos sin redención. Me pregunto entonces si en este festivo final no debió convocarse a un futuro olímpico más esperanzador para los jóvenes deportistas.