Opinión
Dos bloques asimétricos que buscan su identidad
Es el doloroso gradualismo de la recuperación. Para hacerlo más concreto, a Milei le urgen las reformas normativas que de a ratos dice que no necesita, pero sí.
Es el doloroso gradualismo de la recuperación. Para hacerlo más concreto, a Milei le urgen las reformas normativas que de a ratos dice que no necesita, pero sí.
Como nunca, el país necesita de un proyecto de crecimiento que determine las áreas por promover y las políticas destinadas al logro de los objetivos propuestos. Nada de ello será posible si sólo se presta atención a gráficos y a estadísticas, y a la eventual aprobación de leyes que por sí solas no cambian nada.
Circula en el ambiente un deseo manifiesto de destituir a Milei. Y simultáneamente un silencio ruidoso de quienes lo sostienen.
El periodista y el dirigente del Polo Obrero se cruzaron por el paro general en vivo en “Mañanísima” y Carmen Barbieri no pudo mediar entre los gritos y agravios.
La Ley de Bases representa una reacción de la inmensa mayoría de la sociedad argentina ante la evidencia del fracaso rotundo de la alternativa del populismo.
La media sanción de la ley Bases comenzó a desequilibrar el bloqueo en favor del Gobierno, situación que sólo habrá de consolidarse si el Senado ratifica esa norma. Si esa inercia se confirma, la escena dominante proyectará una novedad: la polarización entre mileismo y antimileismo, con apoyo social inicial y predominante para el primero.
De los meses iniciales de la actual gestión a estos días se advierte un avance democrático muy saludable. El Gobierno y su reducida fuerza en el Congreso y la oposición dispuesta a apoyar parecen haber advertido que el momento difícil que vive la Argentina hace imprescindible el diálogo entre las partes. Queda el trámite del Senado.
Milei ha demostrado que usa de manera pragmática dos modos de relación con la política: una descalificación discursiva que dispara en general como metralla al bulto, y una negociación más transaccional que aplica en dosis homeopáticas. Tras la marcha, reaccionó primero con las vísceras y moderó después su evaluación.
O Milei vive en una burbuja desinformada, o sabía de la maniobra senatorial y optó por no desbaratarla. Propenso a la comunicación instantánea por redes sociales, al Presidente le hubiese bastado un tuit para voltear todo.
El mandatario habló más de una hora con CEO en una cumbre exclusiva de ejecutivos en Bariloche y arrojó una dura frase.
Hay una paradoja cuya literalidad se le torna insostenible al Presidente: la de decir en términos dogmáticos que usará el Estado para hacerlo desaparecer.
Domingo Cavallo están señalando que la inflación desciende con una fuerte caída del nivel de actividad económica y que la convergencia más cercana entre los tipos de cambios convierten a la inflación en un aumento de precios medido en dólares.
Una curiosa desinteligencia se produjo semanas atrás con motivo de la discusión sobre el salario mínimo vital y móvil a raíz de una actitud, luego corregida, del Presidente de la Nación al poner en duda su necesaria participación en el diferendo.
El método de la Corte fue fortalecerse en el estudio de casos frente al ímpetu de los lobbies. La postulación de Lijo es un intento de regreso a un método anterior, similar al ya conocido con las mayorías automáticas.
Milei tomó en los últimos días una decisión que tiende a invalidar por completo esa idea de casta como herramienta política. Esa decisión es la referida a la relación del nuevo gobierno con la Corte Suprema de Justicia.
En decisiones como cambiar el Salón de las Mujeres por el Salón de los Próceres, Milei no reivindica nuestro pasado histórico, sino que lo manipula con objetivos ideológicos.
La exsenadora y dos veces diputada de la Nación falleció a sus 67 años. Fue reconocida como la autora de la frase “Cristina eterna”.
Hasta el momento, la única idea de gobernabilidad que exhibe Milei es la restauración de una polarización que había cedido durante el momento electoral de los tres tercios. Una nueva grieta, con una divisoria de aguas diferente.
El apasionado economista recurrió nuevamente a su versión de candidato, en la que se movía sin medir palabras, y lanzó las más duras críticas a los cuatro vientos contra los “traidores”. Nada es casual, porque sus diatribas no sólo buscan mostrar el fondo de su cruzada “moral” sino que le permiten, por ahora, correrse de las explicaciones que demandan cada vez más sectores ante el estricto plan de ajuste y la crisis social que se agrava.
Ante la adversidad, reflotó sus consignas más viscerales contra las estructuras políticas. En los últimos, el Jefe de Estado volvió a ser ese Milei que apeló a la confrontación extrema para posicionarse en la campaña electoral y nuevamente lo hizo a través de las redes sociales.
El difícil momento que en lo económico y social vive la Argentina, es válido reiterarlo, hace imprescindible agotar todas las instancias posibles de consenso entre los representantes del pueblo. Es de esperar que los ánimos se calmen y prevalezca entre las partes la mesura y sapiencia de quienes apuestan al diálogo.
La casta ha puesto en evidencia que no le interesa que Argentina se recupere de esta atroz crisis que ella misma ha creado a lo largo de decenas de años.