Durante una entrevista con los investigadores del Vaticano, los curas Corbacho y Corradi negaron las denuncias por abuso y apuntaron a otro polémico cura. Dijeron que fogoneaba para quedarse con el manejo del instituto y el dinero. Se trata de Ramón Amarilla, quien tenía dos amantes en el instituto.
En enero de 2017, dos meses después de que salieran a la luz las denuncias por abusos sexuales (que derivaron en la condena de 2 curas), el Arzobispado de Mendoza pidió que la investigación interna la haga un tribunal ajeno. Alegaron el temor a demandas civiles, además de “acoso legal y mediático”.
El 28 de abril comenzarán en el segundo juicio por abusos en el instituto religioso mendocino. Hay nueve ex trabajadoras imputadas, entre ellas una monja que fue denunciada como autora de abuso sexual contra un niño del lugar.
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El juez Rafael Escot fue apartado del tribunal del juicio por los abusos sexuales en el instituto. La “pérdida de imparcialidad” fue la razón para hacer lugar a la recusación.
El juez Rafael Escot eligió esa desafortunada metáfora para referirse a las dificultades que se presentaron durante la declaración de un testigo -casualmente sordo- en el segundo juicio por los abusos sexuales en el instituto religioso. El fiscal y los abogados de los denunciantes recusaron al magistrado, al considerar -además- que preopinó al definir ese testimonio como incoherente.
La publicación de los magistrados se debe a que la monja japonesa Kumiko Kosaka recuperó la libertad y generó malestar en los familiares de la víctimas. La medida tuvo lugar porque la religiosa cumplió el plazo máximo establecido para que una persona permanezca privada de la libertad sin condena.
Se cumplió hoy el plazo máximo para que pueda estar privada de la libertad sin tener condena, por lo que los magistrados dispusieron el cese de la prisión a cambio de una fianza de 2 millones de pesos. Más allá de la liberación, su situación no cambiará.
El viernes se cumple el plazo máximo para que Kosaka pueda estar privada de la libertad sin tener condena. Durante el segundo de los juicios por los abusos sexuales a niños y niñas, Kosaka está imputada por 7 episodios, uno de ellos como autora. Sus abogados insistirían con el cese de la prisión, las víctimas pedirán que aplique una excepción.
El segundo de los juicios tiene a 9 mujeres imputadas, entre ellas una monja denunciada como autora de abusos. El proceso comenzó en mayo del año pasado y, luego de un año, solo pasó 10% de los testigos confirmados. “No queremos que el Caso Próvolo, que ya tiene una condena por abusos sexuales confirmada por la Corte, quede impune”, destacó el padre de una de las víctimas.
Ramón Amarilla fue expulsado del sacerdocio en 2017 tras confirmarse que tuvo relaciones sexuales con dos ex cuidadoras del Próvolo. Actualmente, como laico, es el “hombre de confianza” de un párroco en la Provincia de Buenos Aires y sigue manejando dinero de colectas y recaudaciones.
El 3 de mayo de 2021 comenzó el segundo juicio por abusos a niños sordos y niñas sordas en el instituto religioso. Hasta el momento solo ha declarado 10% del total de los testigos y se fijó el 30 de diciembre como fecha para el final del juicio. Las distintas presentaciones y situaciones que inciden en el lento avance y la “prohibición” de informar.
La Justicia civil condenó a la asociación civil religiosa a la que pertenecía el instituto para chicos sordos. Ernesto Lastra, abogado de los condenados, cuestionó la condena: “En 32 años de profesión nunca vi una sentencia tan poco ajustada a derecho”.
Hace poco más de un mes se conoció la primera condena civil contra la asociación Obra San José, que era responsable del Próvolo en Mendoza. El monto saldrá de las cuentas embargadas donde se depositó el dinero que la Municipalidad de Luján de Cuyo abonó a la entidad por la compra del edificio y todo el predio.
Este jueves se cumplen dos años de la histórica condena a los dos curas que abusaron sexualmente de niños y niñas en el instituto religioso Próvolo. Corradi falleció a los 85 años en julio, mientras cumplía la prisión domiciliaria, y así lo recuerda una de sus víctimas en Italia. Corbacho, en tanto, está detenido en la cárcel de Boulogne Sur Mer sin interactuar con nadie.
En esa fecha pero de 2016 salían a la luz las primeras denuncias relacionadas a los abusos cometidos por dos curas y otros dos ex empleados en el instituto religioso contra chicos y chicas. Tambiénel mismo día pero en 2019 se conocieron las históricas condenas a 45 y 42 años de cárcel para los sacerdotes Corradi y Corbacho.
El magistrado había sido denunciado por la defensa de Kumiko Kosaka, acusada en el segundo proceso por los abusos sexuales a niños y niñas hipoacúsicos.
Reclamaron que se los cita a declarar en el segundo juicio para que dar más detalles de los escabrosos hechos que ya denunciaron, y por los que ya fueron condenados cuatro hombres. Incluso, destacan que algunos de ellos han tenido que ser asistidos en hospitales tras largas jornadas de declaración.
Víctimas de los abusos sexuales en el instituto religioso y sus familias iniciaron distintas demandas luego de que salieran a la luz los ataques sexuales. En la Justicia civil casi ni han avanzado la causa y culpan a la Iglesia de no querer colaborar en el caso.
Adrián Vitali estuvo 9 años en el Seminario y apenas 3 años después de ser ordenado como cura renunció a la Iglesia. Escribió un libro donde denuncia el encubrimiento y el poco compromiso de la institución con los casos de pederastia. “A la Iglesia solo le importa salvar el alma”, resume.
Familiares de los alumnos abusados en el Próvolo y los abogados querellantes se confroman con que el cura haya sido condenado antes de morir.
El religioso había sido condenado a 42 años de prisión pero debido a su edad y estado de salud estaba cumpliendo prisión domiciliaria.
