Opinión
El peronismo cambia de piel pero no de mañas
Así como el peronismo sabe construir y retener poder como nadie en la Argentina porque su cultura se identifica con las más hondas pasiones de los argentinos, el de los últimos años tiene un problema, y no solo Alberto sino también Cristina: así como es habilísimo para acumular poder, es muy malo para gobernar. No obstante eso, si el peronismo es capaz de dejar atrás al kirchnerismo pero sobreviviendo en el gobierno y el poder, puede lograrse el sueño de Evita de que no quedará un solo ladrillo que no sea peronista. Como que con el peronismo (y sin nadie más) alcanza y sobra para conducir este barco llamado Argentina aunque más no sea para lograr el módico objetivo de seguir navegando en la decadencia, cada día un poquito peor, pero sin hundirnos nunca del todo.