El gobernante de Brasil, Michel Temer, votó en la ciudad de Sao Paulo y, en unas breves declaraciones, pidió que los ciudadanos "vuelvan a unirse" después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebran hoy en el país.
Temer emitió su voto en el colegio Santa Cruz de la ciudad de Sao Paulo, donde tiene su residencia privada, y reiteró que está "listo" para iniciar la transición y los contactos con el equipo de su sucesor, a quien le entregará el poder el próximo 1 de enero.
Los brasileños eligen entre el ultraderechista Jair Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército nostálgico de la última dictadura (1964-1985) y conocido por declaraciones consideradas machistas, racistas y homófobas, y el progresista Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (PT).
Según Temer, "la transición comenzará mañana mismo o el martes" y los integrantes de su Gobierno pondrán a disposición del presidente electo "toda la información necesaria".
De acuerdo a las últimas encuestas, difundidas este sábado, Bolsonaro tiene una clara ventaja y sería elegido presidente con una votación que oscilará entre el 54 % y el 56,8 %.
Sin embargo, los mismos sondeos han mostrado en las últimas dos semanas un crecimiento sostenido de las posibilidades de Haddad, a quien los sondeos de este sábado le atribuían una intención de voto que varía entre 46 % y 43 %.
Ambos candidatos encarnan proyectos antagónicos y sus propuestas han polarizado al país como pocas veces se ha visto en su historia.
Temer, por su parte, se despedirá como el gobernante con mayor rechazo en la historia reciente del país, con tasas de aceptación que apenas llegan al 4 %, de acuerdo a las mismas encuestas.