El 18 de setiembre la revista Nature Geoscience publicó un análisis que se centra en parte en el hecho de que los modelos de calentamiento climático que se utilizaron en el informe de 2013 del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, o IPCC por su sigla en inglés, tienden a exagerar el grado de calentamiento ya ocurrido.
Tras ajustar esa discrepancia y llevar a cabo más modelos, los autores del estudio más reciente descubrieron que la cantidad de carbono que la humanidad puede emitir desde 2015 en adelante, mientras se mantienen temperaturas por debajo del límite mencionado de 1,5°C, es casi tres veces mayor que la calculada por el IPCC, o incluso mayor si se actúa enérgicamente contra todo tipo de gases de efecto invernadero, no sólo contra el dióxido de carbono.
Las consecuencias para los legisladores mundiales son significativas. La humanidad, como va, excederá en unos cuantos años el presupuesto de carbono del IPCC para un aumento de 1,5°C, lo cual ha llevado a muchos científicos a declarar que la meta es imposible. Sin embargo, el nuevo análisis sugiere que esta meta sería alcanzable con un fortalecimiento moderado de los actuales compromisos de París de aquí a 2030, seguido de recortes importantes en las emisiones de carbono a partir de esa fecha.
"La meta de 1,5°C que se fijó en París no es imposible, pero sí extremadamente difícil", comenta el autor principal Richard Millar, investigador climático de la Universidad de Oxford en Inglaterra.

El debate desata la furia
El estudio se ha recibido con críticas encontradas. Algunos argumentan que el análisis es fundamentalmente erróneo, debido a que se centra en un período de menor calentamiento que se inició más o menos junto con el cambio de milenio.
Este período, que suele definirse como la "pausa" climática, continuó hasta 2014. Los científicos piensan que la variabilidad natural en el sistema climático suprimió temporalmente las temperaturas durante este período.
El cálculo del equipo de la cantidad de calentamiento que los humanos han ocasionado hasta ahora -0,93ºC- podría ser artificialmente bajo, debido a que calcula la contribución humana al calentamiento durante una época más fría, comenta Ben Sanderson, modelador climático del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado.
Al mismo tiempo, dice, los océanos y la tierra probablemente estuvieron absorbiendo más carbono de lo normal durante este período. Los procesos naturales devolverán parte de ese dióxido de carbono a la atmósfera, reduciendo con ello la cantidad de carbono que la humanidad puede emitir antes de alcanzar el límite de 1,5ºC.
"Estos dos efectos, en mi opinión, explican su resultado y refuerzan la conclusión original del IPCC", afirma Sanderson.
Sin embargo, Millar y sus colegas argumentan que los efectos de la pausa serían mínimos. El equipo utilizó varias metodologías para calcular el calentamiento real ocasionado por los gases de efecto invernadero, independientemente de la variabilidad climática a corto plazo.
Los científicos calcularon la cantidad de carbono que sería necesaria para aumentar la temperatura otro 0,6ºC para llegar al límite de 1,5ºC.
También calcularon cuánto carbono se necesitaría para alcanzar ese umbral si la cantidad de calentamiento ocasionado por la humanidad hasta ahora fuera menor o mayor que su cálculo de 0,93ºC.
En todos los casos, explica Millar, la cantidad de carbono que los humanos podrían emitir antes de que nuestro planeta se calentara hasta ese umbral de 1,5ºC, es mayor que la calculada anteriormente.
Es poco probable que el debate sobre qué tan cerca estamos del umbral de calentamiento de 1,5ºC se resuelva en el futuro próximo, pero una cosa sí es clara: el modelado de situaciones que permitan a la Tierra permanecer por debajo de ese límite, supone un nuevo tipo de desafío.
Conteo de carbono
Nathan Gillett, climatólogo del Centro Canadiense de Modelado y Análisis Climático en Victoria, dice que otros equipos han documentado con anterioridad la ligera discrepancia entre el calentamiento que proyectan los modelos climáticos y el que muestran las observaciones actuales.
Sin embargo, Gillett atribuye al equipo de Millar el logro de haber esclarecido las implicaciones de esta brecha y reducido la incertidumbre en torno a la cantidad de emisiones que podrían producir un calentamiento de 1,5ºC. "Me parece que su conclusión central es sólida", comentó Gillett.
Es poco probable que el debate sobre qué tan cerca estamos del umbral de calentamiento de 1,5ºC se resuelva en el futuro próximo, pero una cosa sí es clara: el modelado de situaciones que permitan a la Tierra permanecer por debajo de ese límite supone un nuevo tipo de desafío.
La incertidumbre sobre la información acerca del presupuesto de carbono de la humanidad no preocupa tanto cuando los científicos están modelando el efecto acumulativo de los gases de efecto invernadero en el transcurso de los siglos.
Sin embargo, los detalles importan bastante cuando los investigadores están buscando a qué nivel de emisiones de los gases de efecto invernadero aumentaría el calentamiento hasta el umbral de 1,5°C, porque, en ese caso, el objetivo de los científicos es dilucidar los efectos precisos de los gases que atrapan el calor a lo largo de algunas décadas.
"Cuando comenzamos a reflexionar sobre metas verdaderamente ambiciosas de mitigación a muy a corto plazo, todo comienza a importar", comentó Millar.
Esto es cierto para la ciencia, al igual que lo es para la política climática. "Para mucha gente, quizá sería más fácil que la meta de París fuera de verdad imposible", dice Millar. "Estamos demostrando que todavía es posible. Sin embargo, la verdadera cuestión es si podemos generar la acción política que en verdad se requiere para que estas posibilidades sean una realidad".