Top 5 del sueño: claves para dormir como un bebé

Para muchos, dormir no es reparador. Cuando no se puede conciliar el sueño y se dan vueltas en la cama toda la noche, o no se logra detener la mente, la experiencia no suele ser placentera. Aquí, algunos consejos para que dormir sea más fácil.

De día: Para poder dormir bien de noche es importante moverse de día o hacer algún deporte, pero con pausas entre medio. Si no, se sobreesfuerza el motor y por la noche no se puede "bajar". Además, hay que tener algo de tiempo libre. Si la rutina sólo consiste en trabajar y dormir, no se logra distraer un poco la mente, lo que ayuda a dormir.

Después del trabajo: Lo ideal es cenar relativamente temprano, si es posible cuatro horas antes de irse a la cama. También sirve fijar un momento concreto en el que se da por concluida la jornada. Además, hay que tener en cuenta que por cómodo que resulte estar recostado en el sillón con la familia, la luz azul de la TV espabila. Lo ideal es no mirar TV una o dos horas antes de irse a la cama (la advertencia también es válida para teléfonos móviles y cía.).

La hora de ir a la cama: Los especialistas recomiendan irse a dormir en lo posible siempre a la misma hora. La regularidad ayuda. Tampoco sirve tener como objetivo dormirse: lo mejor es que el objetivo sea relajarse, lo que suele contribuir naturalmente al sueño. Por otro lado, como es imposible detener la mente, lo mejor es centrarse en cosas positivas y monótonas. Los especialistas recomiendan música suave, tranquila, técnicas de relajación o audiolibros.

Por la noche: Es común despertarse por las noches. A veces incluso uno lo olvida porque el despertar fue muy breve. Es decir, despertarse no es un problema, el problema es enojarse porque uno se despertó. Lo mejor es relajarse y pensar que por suerte uno aún no debe levantarse. 

Dormitorio: El dormitorio debe ser algo más fresco que el salón de estar. Se recomienda que esté a unos 18 grados. Las corrientes de aire, sin embargo, son enemigas del sueño. Lo ideal es que el cuarto esté oscuro, pero no al punto que uno no pueda ni orientarse. También se recomienda que la cama esté calentita. Para ello, se puede colocar una manta eléctrica -que debe retirarse antes de dormir- o una bolsa de agua.