Pasados el impacto y la conmoción por la tragedia sufrida por el club Chapecoense, las incontables muestras de solidaridad que se conocieron en las primeras horas tras el accidente que le costó la vida a 71 personas, comienzan a darle lugar a intereses particulares por parte de otros actores del mundo del fútbol.
Del pedido del martes del Atlético Nacional de Medellín, rival del Chapecoense en la final de la Copa Sudamericana, para que el infortunado club brasileño fuera declarado campeón del certamen,se pasó a la declaración del presidente de la División Mayor del fútbol colombiano (Dimayor), Jorge Perdomo, sobre las "dificultades" que plantearía esa decisión.
"Hay muchos intereses, primero económicos, el premio de la Copa, la taquilla, los derechos de imagen de la televisora y además el tema del cupo y a quién corresponde", enumeró Perdomo entre otros inconvenientes.
"Ante la eventualidad de que Nacional sea campeón, correspondería una plaza más para Colombia en la Sudamericana. Pero si no se juega, ¿qué pasaría?", se preguntó el dirigente colombiano.
En declaraciones a la radio Cardinal de Asunción del Paraguay, Perdomo remarcó el apoyo al Atlético Nacional, pero insistió que "el tema no es tan fácil".
Además, aseguró que ya había hablado sobre la cuestión con el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, que no había sabido darle una respuesta.
Pero en medio del dolor de Chapecoense, los intereses de algunos dirigentes también quedaron expuestos en Brasil. El propio vicepresidente de la entidad catarinense, Ivan Tozzo, reveló que el jefe del fútbol brasileño, Marco Polo del Nero, quiere que el club presente un equipo, incluso formado por juveniles, en la última fecha del "Brasileirao", ante el Atlético Mineiro.
En una conferencia de prensa brindada en la sede del club, Tozzo reveló el diálogo que mantuvo con el presidente de la Confederación Brasileña: "Hablé con Del Nero sobre el tema. Él me dijo: 'Hay que jugar ese partido, tiene que ser una gran fiesta'. Yo le respondí: 'No tenemos once jugadores'. Y me dijo: 'Sí tienen, tienen jugadores que se quedaron, tienen juveniles. No importa quién juegue. Tiene que ser una gran fiesta", afirmó Tozzo.
Chapecoense no decidió aún si se presentará a jugar ese encuentro, que, en principio, se iba a disputar este fin de semana, pero, tras la tragedia, fue reprogramado con el resto de la fecha para el 11 de diciembre.
En una nota oficial, Atlético Mineiro ya había pedido cancelar el partido. En uno de sus párrafos, dice el comunicado: “Hasta por una cuestión humanitaria, estamos en contra de la realización de juego. (...) considerando que no cabe su realización tras los acontecimientos”.
El plantel de Chapecoense tiene hoy diez jugadores en condiciones de jugar, que son los que no viajaron a Colombia, y dos de ellos (Martinuccio y Hyoran) están recuperándose de lesiones.
Tres futbolistas sobrevivieron al acidente: Neto y Alan Ruschel, que están en estado crítico pero estable, y el arquero Jackson Follman, a quien le amputaron una pierna.
Casi en simultáneo a la revelación de Tozzo, el vicepresidente del Internacional de Porto Alegre, Fernando Carvalho, calificó de "tragedia particular" a la situación que está viviendo su club, que tiene muchas posibilidades de descender.
El dirigente, además, dejó en claro que la postergación de la última jornada del "Brasileirao", como consecuencia de la tragedia que le costó a 19 futbolistas del Chapecoense, era "perjudicial" para el Inter.
“Tenemos nuestra tragedia particular, que es irnos al descenso", afirmó Carvalho.
"Esa postergación de la fecha ciertamente va a ser perjudicial, no estoy hablando de eso porque como la consternación es general, como la solidaridad de todo el mundo es unánime, no es hora de reclamar", dijo el dirigente, que más tarde intentó rectificarse de los dichos, ante la repercusión que comenzaron a tener sus palabras.
