La Mediterránea con su acento seduce al viajero, pero más con su paisaje serrano que arma un rosario de poblados y ciudades para descubrir su pasado aborigen, las glorias del siglo XIX y XX, la huella de las estancias jesuíticas y ahora, y mucho más a partir de hoy, con la canonización del Cura Brochero, este encantado lugar que lleva su nombre, atraerá miradas.
Es el valle de Traslasierra el destino, entonces, que no escatima en prodigios naturales ni en amabilidad, exactamente separado del resto por las Sierras Grandes. Pero hoy en especial la parada es en el hogar del Santo.
Sitios posibles de visitar que recuerdan la obra de Brochero
En Villa Santa Rosa de Río Primero:
- Carreta Quemada: Paraje donde nació Brochero.
- Representación de la Capilla donde fue bautizado Brochero.
- Casa Natal del Cura Gaucho, donde vivió hasta su adolescencia.
- Balneario donde recibió su primera señal milagrosa.
- El Colegio Santísimo del Rosario, inaugurado por el sacerdote.
- Campo Santo, lugar donde están enterrados sus padres.
En Córdoba Capital:
- Universidad Nacional de Córdoba donde estudió Brochero.
- Iglesia de la Compañía de Jesús.
- Capilla Doméstica, donde realizaba sus Ejercicios Espirituales.
- Basílica Santo Domingo, que frecuentaba cuando participó de la Tercera Orden de Santo Domingo.
- Iglesia Catedral.
- Cabildo, donde se entrevistó con los gobernadores.
- Casa donde se reunió con su amigo Miguel Juárez Celman (calle Rivera Indarte entre Deán Funes y 9 de Julio).
- Casa de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Calle David Luque. B° Gral. Paz).
En Villa Cura Brochero:
- Casa donde llevó adelante los retiros de Ejercicios Espirituales (Actual Museo Brocheriano).
- Colegio para niñas que construyó junto a las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Colegio Tránsito de María).
- Casa que construyó para vivienda de las Hermanas Maestras.
- Parroquia que edificó como Sede del Curato del Tránsito (actual Santuario Diocesano Nuestra Señora del Tránsito).
- Capilla del Sagrado Corazón de Jesús: bendecida para que las niñas internas del colegio acudieran a misa.
- Casa donde vivió junto a su hermana Aurora.
- Plaza donde preparó las mezclas que luego utilizó en las distintas construcciones.
- Acueducto Los Chiflones: que construyó para proveer de agua a los vecinos de la Villa, la Casa de los Ejercicios Espirituales y el Colegio de Niñas.
Traslasierra siempre espera
Tras Carlos Paz, con rumbo suroeste, el camino asciende por las Altas Cumbres. Es posible ver el vuelo de Cóndores en el Parque Nacional Quebrada del Condorito, cercano a los puentes colgantes que cada año visitan los bólidos del Rally Mundial. Luego el franco descenso y el valle a sus anchas.
Primero Mina Clavero (150 kilómetros desde Córdoba). Una ciudad que en verano es abrumadora pero que en estos días está fértil de placeres. Especialmente a la vera de los ríos locales. Por un lado el Mina Clavero, frío y cristalino, por el otro el Panaholma, cálido y pando.
Ambos forman el río Los Sauces, y entre los tres despliegan rincones para asolearse en la arena o en el ronronear de la tenue corriente.
Al otro lado de Los Sauces y del Panaholma, el verdadero rostro serrano toca el asfalto. Villa Cura Brochero ignora las aglomeraciones de acá a la vuelta y, haciendo gala de décadas pasadas, pinta una plaza rodeada de construcciones de fines del siglo XIX y principios del XX.
Tremendo el contraste, que continúa en calles de tierra, parroquianos vestidos de polvo y piel morena, y el dúo compuesto por la Iglesia Nuestra Señora del Tránsito y la Casa de Ejercicios.
El par de inmuebles recuerdan fragmentos de la obra del hoy Santo José Gabriel Brochero. Héroe popular, el “Cura Gaucho” fue un luchador incansable de los derechos de los pobres, esos que hace poco más de 100 años, cuando a la aislada región de barrancos y maravillas no llegaban ni los caminos ni el bienestar, eran casi todos.
La senda continúa hacia Nono (8 kilómetros al sur de Mina Clavero). Fundado a fines del siglo XVIII, el primer pueblo de la zona corporiza su hazaña en viviendas añejas, ayer casas de ramos generales y pulperías.
Las preciosas playas que preñan al Río Chico y a los múltiples arroyos (El Perchel, Las Aguaditas, Los Algarrobos…). Ya de vuelta en la explanada local, toca husmear el ambiente bohemio traído por artistas de toda Argentina, y organizar la visita al Museo Polifacético Rocsen (sorprendente por tamaño y contenido).
Continuando el circuito, se pasa por Los Hornillos, muy bello y se continúa por el Dique La Viña (y su muro protector de 108 metros), la carretera dicta hacia Villa de las Rosas (10 kilómetros desde Los Hornillos), y San Javier.
El llamado “Camino de la Costa”, insiste con las arboledas, con puñados de paisanos (muchos de ellos escapados de las magnas metrópolis criollas) y con las casas de té que hacen apagar motores y saborear un pan casero y unas rodajas de salame, o miel de la zona, dulces de ciruela, damasco y cereza.
En el núcleo de las aldeas, nueva aparición de plazas con encanto, iglesia y artesanos. El rasgo distintivo es cortesía de los senderos que conectan con el Cerro Champaquí (casi 2.900 metros, el más alto de la provincia).
Ya en los últimos capítulos del valle, Yacanto, La Población y Luyaba sacan a relucir cantidad de olivares, embrión de un aceite de oliva delicioso.
La Paz (30 kilómetros desde Villa de las Rosas), en tanto, vuelve a lo de los techos viejos, a alguna calle adoquinada, y al aroma de la peperina, la menta y el poleo. Bautizado en honor al rélax circundante, el pueblo marca el desenlace de Córdoba, con la provincia de San Luis.
Sacerdote, pastor y profeta
José Gabriel del Rosario Brochero nació el 16 de marzo de 1840, en el paraje Carreta Quemada, cerca de Santa Rosa de Río Primero, en el norte de Córdoba.
El 4 de noviembre de 1866 fue ordenado sacerdote. Tras desempeñar su ministerio sacerdotal en la catedral de Córdoba y ser prefecto de estudios del colegio seminario Nuestra Señora de Loreto, el 19 de noviembre de 1869 fue elegido vicario del departamento San Alberto.
Se instaló en Villa del Tránsito, localidad que lleva su nombre. Más adelante, tuvo un papel activo en la epidemia de cólera que afectó a la población de la provincia de Córdoba.
Enfermó de lepra por compartir el mate junto a pacientes con esta enfermedad, quedó sordo y ciego. Murió en 1914 y fue declarado venerable en 2004. A partir de hoy será Santo, canonizado por Francisco.