Mauricio Macri celebró ayer una múltiple victoria tras la histórica cumbre del G20, porque además de construir los consensos necesarios entre los líderes mundiales para firmar un documento conjunto, ratificó el respaldo de la comunidad internacional a las "transformaciones" que lleva adelante su Gobierno y anunció nuevas inversiones por más de U$S 3.000 millones.
La declaración final del foro lejos está de resolver la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, que mantiene en vilo a las economías emergentes, o las amplias diferencias respecto al cambio climático, pero para el Presidente representó una muestra de su llegada ante los principales mandatarios del mundo y de la capacidad para acercar posiciones, aunque sea parcialmente.
Y apenas se confirmó que el documento tenía la firma de todos los integrantes del G20 (aunque algunos como Donald Trump participó con disidencias), Macri salió a relucir el éxito de sus gestiones y a tratar de capitalizar internamente los resultados.
El Presidente aseguró que el país contará con el "acompañamiento" externo para avanzar en las "transformaciones correctas". Claro, sus palabras se enmarcan en el inicio de la carrera electoral para buscar la reelección en 2019 donde el principal obstáculo parece ser la profunda y extensa recesión de la economía.
"Todos dicen exactamente lo mismo, que la Argentina ha emprendido las transformaciones correctas, que no hay otro camino que este y todos reconocen que no se nos está haciendo fácil, que esto cuesta. Y yo les digo, yo sé, que a muchos argentinos se les está haciendo difícil, que están poniendo el hombro, remando".
La cumbre demandó esfuerzos extraordinarios del Gobierno nacional porque, además del coronar el camino que transitó la Argentina al frente de la presidencia del G20, fue la última gran apuesta para atraer las tan necesitadas inversiones extranjeras.
Ese fue el objetivo central en las bilaterales que mantuvo Macri con Trump, con el francés Emmanuel Macron, con la alemana Angela Merkel, con el japonés Shinzo Abe, con la británica Theresa May, y el con ruso Vladimir Putin, entre otros. Las expectativas siguen abiertas a la espera de la reunión de hoy con el chino Xi Jinping.
"En estas bilaterales hemos concretado varios financiamientos para proyectos de agua potable, residuos, saneamiento, también para obras de energía solar y eólica, gasoductos, infraestructura vial, logística, por aproximadamente U$ 3.000 millones", reveló el Presidente.
El Jefe de Estado aprovechó la atención internacional para resaltar que "hoy realmente estamos en el mundo, el mundo nos ha dado un lugar, tiene interés, quiere participar y nos quiere acompañar y estamos felices de las oportunidades que eso nos va abriendo. En un contexto duro, difícil, en el que tuvimos que convivir con los mercados y los desequilibrios y la peor sequía en 50 años".
Macri consiguió también surcar sin sobresaltos las agitadas aguas entre los Estados Unidos y China, los principales socios comerciales de la Argentina junto a Brasil, porque la cumbre en Buenos Aires fue el escenario del encuentro entre Trump y Jinping para tratar de declarar un alto al fuego en la guerra comercial.
Explicó por qué lloró
Mauricio Macri rompió en llanto apenas finalizó la gala especial para los líderes del G20 en el Teatro Colón y esa imagen de viralizó de inmediato.
"Argentina, Argentina", cantaba el presidente y golpeaba el pecho saludando a los artistas, mientras a su lado la canciller alemana Angela Merkel sonreía y aplaudía.
El presidente contó ayer que su emoción fue por "el orgullo de los artistas" y por lo impactados que estaban los jefes de Estado, entre ellos Merkel y el japonés Shinzo Abe.
"En el teatro a mí me quebró ver el orgullo de los artistas que empezaron a gritar Argentina Argentina, y yo venía golpeado porque veía lo shockeada que estaba Angela (Merkel) y Shinzo también al lado mío".
"Por acá hay futuro y no tenemos que dudar, más allá de que cueste. Este es el camino", concluyó Macri.