Ver series, leer un libro, acomodar habitaciones, reformar la casa, descansar. La cuarentena ha llegado y, más allá de la prevención, podemos utilizarla como un tiempo para aprovechar y hacer tareas pendientes que postergamos día a día.
Desaprovechar esta oportunidad de dejar nuestras cosas en condiciones sería considerado un pecado. Nuestro placard no es la excepción.
Podemos adoptar diferentes técnicas para organizarnos y así acomodar nuestra vestimenta de la forma más efectiva posible. Pero es importante primero plantearnos:
¿Qué es lo que queremos de nuestra imagen? A partir de ahí, será mucho más simple
llevar adelante los pasos siguientes.
Lo que vemos vs. lo que somos
"Nuestra imagen personal está formada por los colores, líneas y formas personales",
expresa la asesora de imagen argentina Agueda García Irizar en su libro "El arte de
asesorarte y asesorar en Imagen Personal".
Poder reconocernos en conjunto y también por separado es fundamental: las medidas del cuerpo, lo que es favorable y lo que no, el color que va con nosotros, el estilo al que aspiramos o el que nos identifica.
Conocerse a uno mismo requiere de muchos años. Nuestros comportamientos, modales, imagen, estilo, son características que se van forjando a medida que una descubre lo que quiere para sí mismo.
Para Agueda, "tu imagen personal es como un cuadro abstracto en tu mente de todas
tus vivencias. Poder plasmarlo en una imagen personal externa que diga quién eres es
todo un arte y una gran habilidad".
En este camino, es fundamental el desapego de las cosas materiales y el autoconocimiento, dejar de lado lo que ya no somos para darle paso a lo auténtico de
nosotros.
¿Cómo saber qué prendas se amoldan a nosotros?
La ropa tiene historias, motivos, excusas y amores. Cuando editamos el armario, lo
limpiamos y clasificamos, entonces resurgen las viejas historias. Mirá prenda por
prenda y sacá todo lo que ya no sea "vos misma". Lo que no te represente debe irse.
Agueda recomienda el método de las "Tres cajas mágicas". ¿En qué consiste? "Se
clasifica la ropa y se la distribuye en tres diferentes cajas, cada una con un cartel que
indica su destino" explica en su libro.
Este método se basa en seleccionar las prendas de acuerdo al uso y utilidad que tienen. En este caso ella plantea tres:
1. Ni loca lo tiro: En esta caja permanecerán las prendas que tengan un valor especial para vos. "¡Es tu caja "para el incendio"! Nada lo ejemplifica mejor que la anécdota del incendio, porque si hay una emergencia tú ya tienes en una caja tus cosas preferidas", expresa ella en su libro.
Aclara también que en esta caja estarán los objetos que no sean precisamente prendas que utilices, sino aquellas que por algún motivo no podés desprenderte: un objeto de tu abuela, una prenda que utilizaste en tu casamiento, algún accesorio que te regaló alguien especial. Acá vos decidís qué es lo que te gustaría atesorar.
2. Para arreglar este mes: en esta segunda caja irán las prendas que por algún motivo no podés utilizar, ya sea porque están rotas, la talla es incorrecta o simplemente no nos quedan como deseamos. Acá es importante ser sinceras en cuanto a si vamos a utilizar estas prendas y si tienen arreglo. En ese caso, esa será la etiqueta que llevará. Algo fundamental: "Cuando separas la ropa que llevarás a la costurera para arreglar, debes ponerte un tiempo determinado para hacerlo, porque todo lo que no se hace en el mes mismo en que limpiaste tu armario, no se hace más". ¡Y cuánta razón tiene!
3. Lo que se fue y no volvió: Por último y seguramente el paso más difícil de completar sea seleccionar la ropa que se irá de nuestro armario. Aquí irá lo que se regala, vende o dona. Este paso será el que producirá mayor cambio en nosotros, ser sinceros y desprenderse de prendas que uno ya no utiliza pero que almacenamos por alguna razón es fundamental.
Prendas que ya no van con nuestra edad, estilo, o simplemente queremos cambiar de aire. La autora asegura que “la edición de guardarropas es un gran ejercicio para ajustar los cambios mentales, corporales y espirituales”.
Es el momento indicado para darle paso a lo que nos hace genuinos. Los cambios de look suelen ser el primer paso de grandes cambios en el resto de los aspectos de la
vida, ¿qué mejor que comenzar este camino desde nuestro hogar?