La Serena, capital de la región de Coquimbo, no es sólo la segunda ciudad más antigua de Chile, sino uno de los principales destinos turísticos que atrae a más de 800 mil personas sólo en temporada estival. Es el punto de entrada a balnearios que se extienden desde La Higuera a Pichidangui, pasando por Tongoy, Guanaqueros y Agua Dulce en Canela, cuyas características, de arenas blancas, aguas cristalinas y suaves olas, representan el motor que mueve a otras experiencias de valles interiores, servicios gastronómicos y viajes de compra.
Y al igual que el turista chileno, el pasajero argentino también prefiere las costas de la región por la amplia variedad de servicios hoteleros; actividades de entretención, diurna y nocturna; comercio, a valores más asequibles que la costa Atlántica, y con un menor tiempo de traslado, que les permite pernoctar prácticamente “a los pies del mar”.
De éstos últimos, el turista argentino llega con fuerza desde San Juan por el Paso Internacional Agua Negra, que en verano tuvo un flujo de 66 mil cruces, donde un 80% provenía de esa provincia, pero también de Mendoza, Córdoba, incluso Rosario y Buenos Aires.
“Trabajar con los emprendedores es uno de los ejes prioritarios para el Gobierno Regional con el fin de mejorar la oferta, entregar más experiencias, brindar un turismo sustentable de mayor calidad, aprovechando los valles de Elqui, Limarí y Choapa, las ciudades de La Serena y Coquimbo, y levantar oportunidades que tienen los distintos territorios”, dice la Gobernadora Krist Naranjo. El objetivo es hacer desplegar otros sectores emergentes que poseen atractivos como las rutas de vino y piscos, el turismo de bienestar y el astroturismo, así como promover los ecosistemas naturales como el Parque Bosque Fray Jorge y la Reserva Nacional del Pingüino de Humboldt.
Hay deportes náuticos como windsurf, kitesurf, bodyboard y surf, y también pesca de orilla. Balnearios vírgenes ideales para el avistamiento de la naturaleza, la observación de aves y flora, especialmente en la desembocadura de los ríos y en los humedales costeros, han convertido en un polo interesante para los turistas nacionales y extranjeros.
Del mar y la tierra, a la boca
Pero, la región de Coquimbo tiene una variedad de productos del mar y la tierra que la han enriquecido hacia una gastronomía propia y con identidad, con abundancia en mariscos y pescados como machas, ostiones, locos, piures, erizos, choritos, lapas, además de lenguados, rollizos y viejas. Todos hacen explotar el paladar de sus comensales. Sin embargo, existe convivencia gastronómica con sabrosos productos agrícolas como papayas, chirimoyas, arándanos, nueces, entre otras, de los valles transversales, famosos por su fertilidad. “En esta particularidad ha sido clave un producto chileno con Denominación de Origen como es el pisco, que se complementa con la producción de vinos premiados en concursos, donde participan numerosas pequeñas industrias, y cooperativas que elaboran carne y queso de cabra, un sello distintivo del esfuerzo de los crianceros de la zona”, destaca la Secretaria Regional Ministerial de Economía, Pía Castillo.
“Los empresarios estamos unidos en torno a la gastronomía, por ende, es sumamente relevante destacar la calidad de los productos que tiene nuestra zona y mantener nuestro patrimonio, sobre todo las recetas tradicionales”, comenta María Antonieta Zúñiga, gerenta de la Cooperativa Barrio del Mar, una agrupación que reúne a 20 empresarios gastronómicos, pubs, discoteques del borde costero de La Serena y Coquimbo.
Con 559 alojamientos turísticos, 68 tour operadores, 574 restaurantes, dos casinos de juegos (Coquimbo y Ovalle), al menos cincos centros comerciales outlets, locales de artesanía son parte de la oferta y el imán para optar por las costas de esta región chilena.
Roberto Jacob, Alcalde de La Serena, territorio rico en patrimonio y puerta de entrada al cielo más limpio para la astronomía, plantea que la infraestructura de servicios y centros comerciales invita no solo a capturar visitantes todo el año, sino que a llegar a mercados prioritarios como Santiago y ciudades de corta distancia de Argentina. “Queremos tener turismo de todo tipo, de congresos, seminarios, de compras, de sol y playa, una oferta que sea atractiva para todos los que vienen, y para eso estamos permanentemente preocupados en la seguridad y limpiar los espacios públicos, que son temas fundamentales en este sentido”, agrega la autoridad comunal.
En tanto, para Angélica Funes, directora de Sernatur Coquimbo, el fortalecimiento turístico se ha enriquecido con capacitaciones en primeros auxilios, certificación de oficios y el aprendizaje de idiomas, para atender a los visitantes.