Mendoza, con sus paisajes únicos y sus rincones llenos de historia y naturaleza, ofrece a los viajeros una experiencia que combina adrenalina, belleza y la tranquilidad de sus aguas.
Si estás buscando un destino turístico que te permita disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión, el Circuito del Atuel es un lugar que no podés dejar de conocer.
Este circuito comienza en la Villa turística de El Nihuil, ubicada junto al embalse más grande de la provincia, con una extensión de 9,600 hectáreas.
Este enorme espejo de agua es el hogar de una variada fauna ictícola, lo que convierte a la zona en un paraíso para los amantes de la pesca.
Si sos fanático de este deporte, este es el lugar ideal para relajarte y disfrutar de un día en el agua.
Pero El Nihuil no solo atrae a los pescadores, sino que también es un destino perfecto para los aficionados al windsurf y kitesurf.
Todos los detalles del Circuito del Atuel
A tan solo 10 kilómetros de allí, la experiencia se transforma por completo. En contraste con la calma del embalse, se encuentran las impresionantes dunas de hasta 200 metros de altura, que se extienden sobre 30,000 hectáreas de árida tierra.
Este es uno de los escenarios más espectaculares de la región, famoso por haber sido sede de varias ediciones del Dakar.
Pero el viaje no termina aquí. Siguiendo el camino que va desde la Villa de El Nihuil hasta Valle Grande, llegarás a uno de los lugares más sorprendentes del circuito: el Cañón del Atuel.
Este serpenteante recorrido atraviesa paisajes geológicos que dejarán sin aliento a los viajeros. El viento, el agua y el paso del tiempo han tallado figuras únicas en las rocas, creando un espectáculo visual que te hará sentir como si estuvieras dentro de un gigantesco museo natural.
Algunas de las formaciones más llamativas que vas a encontrar son el “Museo de Cera”, el “Sillón de Rivadavia”, “El Lagarto”, “Los Viejos”, “Los Monstruos” y la “Ciudad Encantada”.
El recorrido sigue hacia la presa de Valle Grande, donde el agua del Río Atuel se convierte en un espejo verde esmeralda que invita a practicar todo tipo de deportes acuáticos.
Si te gustan las actividades de aventura, este es el lugar ideal para disfrutar de un día de rafting, kayak, o simplemente relajarte en el agua.
Además, los alrededores del embalse ofrecen un sinfín de opciones para los amantes del turismo aventura: trekking, rappel, senderismo, escalada y tirolesa son solo algunas de las actividades disponibles.
La zona también cuenta con una excelente oferta gastronómica y de alojamiento, por lo que podés quedarte a disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza y descansar después de un día de actividades intensas.
Además, si te gustan los safaris fotográficos, las cabalgatas y los vuelos en parapente, este circuito tiene todo lo que necesitás para una experiencia completa.
Si vas a meterte al río, recordá que el fondo está formado por piedras y piedritas, por lo que es recomendable llevar zapatillas livianas para caminar con comodidad y evitar cualquier inconveniente.