Quedó flotando la sensación agridulce de haberle hecho precio a los colombianos, pero esta Selección poco tiene que ver con aquella del fatídico 0-5 en 1993 y es, hoy, como el mundo futbolístico reconoce masivamente, la única que mantiene un techo de rendimiento que parece no tener una curva descendente. Entonces, un 3-0 rotundo, inapelable, contundente, se convierte la antesala a un comentario que partió desde el Monumental y recorrió cualquier ámbito donde de fútbol se hablare: Argentina pone piloto automático y se dedica a regular, a mantener el dominio, a hacer circular la pelota con destino previsto y a terminar en una actitud dominante, marcando los tiempos, desarticulando cada intento de recuperación momentánea del rival.
Un día como hoy de 2001. Apareció Crespo y Argentina goleó a Colombia
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