El mendocino Orly Terranova se quedó ayer con la séptima etapa, la tercera en lo que va del Dakar, que unió Iquique con Uyuni, en Bolivia. El piloto de Mini se impuso con un tiempo de 3h31’18’’ en la especial que recorrió 321 kilómetros.
De esta manera, Orly, que quedó muy lejos de la pelea por un lugar en el podio por la gran demora que tuvo en la cuarta etapa, sigue demostrando que tiene un buen ritmo y que terminar en el podio no hubiera sido una utopía.
En tanto, el árabe Alrajhi fue segundo de la especial, al terminar a 2’20’’ del mendocino. Tercero fue Ten Brinke, a 2’28’’. Mientras que Nasser Al Attiyah finalizó séptimo, pero mantiene su lugar de privilegio en la cima de la general por sobre Giniel De Villiers, quien ayer achicó la diferencia.
La llegada a Uyuni no fue sencilla. Los pilotos debieron correr por momentos a casi 4 mil metros de altura, lo que significó un verdadero reto, no solo para ellos, sino también para las máquinas, que perdieron potencia y rendimiento.
Una especial diferente
La etapa fue maratón para los autos, algo que se realizó por primera vez desde que la carrera se disputa en Sudamérica. De esta manera, los propios y pilotos debieron arreglar sus autos y ponerlos en forma para la etapa de hoy.
Algunos debieron cambiar solo neumáticos, otros algo más. En esta línea podemos incluir a Orly, quien con Ronnie Graue cambiaron una de las rótulas. “Tenía un poco de juego, por eso preferimos cambiarla. El resto está muy bien. Aprovechamos para cambiar tres ruedas”, contó el ganador del día.
Por su parte, Adrián Yacopini también arribó a Uyuni. El "Chino" y Ricardo Torlaschi continúan con buen ritmo y pudieron completar la séptima etapa, que unió Iquique con Uyuni. La dupla de la Amarok finalizó 45º, a 2h03’44’’.
Por último, Alejandro Yacopini y Daniel Merlo también aprobaron el duro examen que fue instalarse en la altura de Uyuni. Con la Toyota SW4, el binomio que participa en la categoría T2 fue 46º, a 2h09’51’’. Son terceros en su clase.
Acelerar y después descansar
Hoy la caravana de autos regresará de Uyuni hacia Iquique, para mañana tener la tan deseada y necesaria jornada de descanso que, en esta ocasión, se dividió. Es que ahora descansaron primero los pilotos de motos y cuatriciclos.
El líder no la pasó bien
Uno que no la pasó para nada bien fue el líder de la general, Nasser Al Attiyah. El qatarí se descompuso varias veces arriba del Mini y una vez en el campamento montado en el Regimiento Loa del ejército boliviano debió recibir asistencia médica.
Pero el Príncipe no fue el único que tuvo que pasar por el hospital montado en el vivac. Otros pilotos también fueron por algo de oxígeno para recuperarse de la etapa “maratón”. “Paré tres veces a vomitar. Me dolía la cabeza”, contó el qatarí.