El fanatismo por el Dakar genera que la gente exceda los límites permitidos.
En Perú, antes del inicio de una de las etapas, un fanático quiso sacarse una foto con uno de los camiones de asistencia que transitaba por una de las calles de Arequipa.
El fanático se colgó de la parte delantera del vehículo y se agarró de una rejilla con tanta mala suerte que se desprendió.
Además de las risas de las personas que presenciaron este blooper, también provocó el enojo de uno de los ocupantes del camión.