No todas las cirugías estéticas logran su cometido. Es bien sabido que muchas dejan resultados bastante negativos y que los rostros, después de pasar por los retoques de algún bisturí, parecen máscaras. El lifting con hilos tensores promete ser distinto.
Se propone justamente que las correcciones sean prácticamente invisibles.
¿Cómo opera? Introduciendo microagujas especiales con hilos muy delgados por debajo de la piel. Al retirar las agujas, los hilos Aptos se desenrollan y se estiran para tensar el cutis. De hecho ya existen hilos con ganchitos muy pequeños que ayudan a enfatizar el efecto de estiramiento.
Pero eso no es todo. La intervención genera una fibrosis, es decir, un aumento de la producción de colágeno y eso hace que el tejido tratado sea estirado incluso un poco más.
La intervención más “leve” se puede hacer sin bisturí y prácticamente no genera dolores, según algunos expertos en este tipo de prácticas.
¿Es la solución perfecta contra las arrugas? No, no es tan fácil. En realidad no puede aplicarse si hay grandes pliegues de piel “de más”.
En ese caso, es mejor recurrir a un lifting clásico. Tampoco es bueno aplicarlo cuando la tez es muy delgada, porque los hilitos que se colocan se podrían transparentar. Otro caso en el que no se recomienda utilizarlo es cuando la piel ya está muy floja, porque allí la capacidad de estiramiento de los hilos no bastará para tener buenos resultados.
Además, el lifting con hilos tensores, al igual que otras intervenciones, tiene sus riesgos. Puede generar una reacción alérgica o provocar sangrados e infecciones como efecto colateral.
Es decir, lo mejor es que no quede a cargo de un cosmetólogo cualquiera, porque hay que saber sopesar los riesgos y evitar las asimetrías. Aunque sea un método más sencillo y menos invasivo que otros, no deja de ser una intervención quirúrgica.
De todos modos, una vez que se decidió, sepa que también tendrá ventajas. A diferencia de los tratamientos con bótox, el efecto de los hilos tensores perdura durante unos 18 meses. Además, la intervención no lleva más de unos tres cuartos de hora.
Suele aplicarse en particular para corregir la zona de los pómulos o de la frente.
Si bien ahora está muy en boga, el método no es del todo nuevo. “La Medicina ya experimentó con muchos materiales como goretex, algodón y tripas de animales resecadas”, cuenta el cirujano Pejmann Boorboor. Es más, “en el antiguo Egipto también se utilizaban hilos de oro en el cutis para generar un efecto de rejuvenecimiento”, comenta.
De hecho los hilos de oro también se utilizan en la actualidad con el mismo fin, ya que se supone que el metal precioso estimula aún más la producción de colágeno. Además, genera claridad, por eso se los utiliza en particular para tratar la zona de las ojeras, dicen los expertos.
También se utilizan hilos con ácido poli-L-láctico, que tienen la ventaja de que son biodegradables y de alta tolerancia.
Lo importante es, antes de someterse a una intervención de este tipo, asegurarse de que los materiales se adecuen a los estándares vigentes. Luego los precios variarán dependiendo de la complejidad del tratamiento, el tipo de hilos escogidos y el centro que lleve adelante la operación.