Lleva el motociclismo en la sangre. Comenzó a los 16 años, cuando ese ciclomotor que preparaba en su Rivadavia natal lo llevó a correr en speedway. Dos años después se lanzó definitivamente al enduro, destacándose como uno de los pilotos más jóvenes en disputar los clásicos Six Days en España.
Brilló en los diferentes torneos que afrontó. Siempre ligado a las dos ruedas, los trofeos comenzaron a ser moneda corriente en su vitrina, escalando hasta lo más alto del Argentino. No conforme con ello, Emiliano Carbonero decidió probar suerte en el seleccionado nacional para los Seis Días y lució medallas en su cuello al terminar las tres ediciones que se desarrollaron en España, Chile y Argentina.
Cumplida esa meta, se inclinó por el rally cross country con la firme intención de competir en el Rally Dakar. Sus actuaciones en 2016 fueron suficientes para que la actual lista de 145 inscriptos en Motos lo tenga como uno de los dos representantes mendocinos (el restante es Franco Caimi) en competir del 2 al 14 de enero.
La semana pasada se dio el gusto de presentar su unidad y mañana comenzará la aventura, viajando vía terrestre hasta Asunción, donde festejará Año Nuevo para después afirmarse en los pedalines de la Kawasaki en busca de la anhelada meta en Buenos Aires.
Antes de partir junto a su padre, su novia y la asistencia, el hombre de 37 años dialogó con Más Deportes sobre lo que significa ser parte de la prueba más exigente del planeta.
-Entraste en la cuenta regresiva. ¿Sos consciente de lo que estás a punto de afrontar?
-La cuenta regresiva ya comenzó hace varios días. Desde el momento en que aceptaron la inscripción que estoy en carrera. La logística, armar la moto y alistar la asistencia son parte de la competencia. Todavía no me doy cuenta de lo que significa el Rally Dakar, pero ya lo siento y estoy feliz.
-Las horas previas al viaje deben resultar interminables.
-¡Qué te parece! Me siento tranquilo porque estoy muy bien entrenado. La moto ya viajó a Paraguay haciendo escala primero en Córdoba y mecánicamente ha quedado lista. Aún me encuentro con muchas cosas por preparar, pero muy ansioso que la competencia arranque ya.
Tengo entendido que a todos les pasa. No quiero más trámites ni papeleríos. Más allá del largo viaje que debo hacer quiero empezar ya; estoy muy mentalizado.
-¿Cómo será esta edición?
-Será una carrera muy exigente. Dicen que va a ser la más exigente de Sudamérica. Es la primera vez que Marc Coma la diseña íntegramente él. Estoy preparado para eso. Considero que se tornará muy dura por la altura, por eso estuve entrenando bastante en San Juan. En Bolivia se siente mucho el frío, siendo duro para comer y descansar, pero eso es el Dakar y no hay que quejarse. Estoy muy motivado y con muchas pilas puestas.
-¿En qué momento surgió la idea de disputar el Dakar?
-Luego del Seis Días de Argentina que se realizó en San Juan. Fue, gracias a Dios, por el buen resultado que tuve. Como a más nivel no se puede llegar, porque esa es la carrera de enduro más importante del mundo, opté por hacer Dakar.
Aparte, justo coincidió que hicimos un curso de navegación con Marcelo Sánchez. Fui junto a Franco Caimi, Kevin Benavides y otros pilotos. Más que todo por el furor que es el Dakar. Queríamos saber qué era, cómo es. Tenía muchas dudas y por suerte lo realicé, entonces decidí armar una Kawasaki, que es muy confiable.
Así, empecé a correr algunas fechas de cross country para poder estar en el Dakar. Como exigencia número 1 tenía que disputar el Desafío Ruta 40 y me fue muy bien. Al otro día de terminarlo, me anoté para el Dakar y llegó la confirmación de la aceptación. Desde ahí empezó este sueño, por lo que comencé a trabajar en la moto y con los sponsors.
-Todos quieren terminar. ¿Se puede aspirar a algo más?
-Es mi primer Dakar y me ha costado mucho sacrificio poder armarlo y correrlo. La cabeza va preparada para terminarlo. Con todos estos años que llevo de enduro, más allá de que lo he hecho siempre de manera privada y con mucho esfuerzo, uno es piloto y le gusta correr; empezás y querés ganar siempre, por eso queda queda feo decir “dar la vuelta”.
Hay que tratar de cuidarse para terminar íntegro junto a la moto. El Rally Dakar es día a día y cada etapa me va a ir motivando para la siguiente. Buscaré quedar entre los 30 o 40 de la clasificación general.
-Lo bueno es que contás con la asistencia del equipo RPM.
-Así es. La moto se armó con un kit del Lelli Competición y la asistencia de RPM Kawasaki de Marcelo Sánchez, aunque toda la asistencia familiar será de mi papá, mi novia y un amigo en el día a día.
-¿Imaginás a la gente de tu departamento recibiéndote?
-Sin dudas y les agradezco muchísimo por el apoyo que me han dado. Estoy muy confiado. Pase lo que pase voy a llegar porque estoy bien físicamente. De no ser por un problema mecánico irreversible, espero estar el 14 de enero en la rampa. Lo que tiene el Dakar es que, en cualquier lugar, alguno te puede dar una mano.
Sus últimos antecedentes
*Subcampeón argentino de enduro (Senior B) en 2012
*Campeón argentino de enduro (Senior B) en 2013
*Campeón argentino de enduro (Senior B) en 2014
*Medalla de plata en los Seis Días de enduro en España, Chile y Argentina
*Integrante de la Selección Argentina de enduro para los Seis Días y segundo en la categoría Club Team de la edición 2014
*Primer puesto en la apertura 2016 de rally cross country nacional en la categoría Light
*Segundo puesto en el Dakar Challenger y 11º en la clasificación general del Desafío Ruta 40 en la edición 2016
Los costos
-Inscripción: 14.000 euros
-Asistencia mecánica: 18.000 dólares (servicio logístico en parque cerrado y seguimiento en carrera)
-Repuestos y moto: 250.000 pesos
-Alojamiento y movilidad: 85.000 pesos (15 noches de hotel para piloto, acompañante y combustible de la movilidad)
-Combustible para la moto: 20.000 pesos (aproximadamente 70 litros por día)
-Indumentaria para la competencia: 20.000 pesos (2 equipos de pantalón, remera y campera con logos)
Cubiertas: 84.000 pesos (6 juegos de cubiertas y mousse para los 15 días)
Total: 967.000 pesos, aproximadamente
Agradecimientos
“A mi familia, a mi mamá que me guía del cielo, a los amigos, a mi novia, al equipo de Bio Club, al profesor Gastón y a todos mis sponsors. Además, hago una mención especial a la Municipalidad de Rivadavia, al Gobierno de Mendoza y a la Subsecretaría de Deportes”.