Los extremos han llevado que los hinchas visitantes no puedan colmar el sector que alguna vez estuvo destinado a ellos en las tribunas. Apenas se supo que esta final se iba a disputar, hasta el mismo presidente de la Nación, Mauricio Macri, demostró su deseo de que ambas parcialidades pudieran estar en los dos partidos. Pero la realidad demostró que eso era una utopía.
Por ende, así como ocurrió en el encuentro de ida con los hinchas de River, los simpatizantes xeneizes han realizado un banderazo en la concentración de su equipo en el Hotel Madero, en la localidad homónima de la Ciudad de Buenos Aires.
Tal fue la convocatoria que los mismos jugadores, minutos antes de bajar y subirse al micro que lo llevaba al Monumental, se asomaron por los balcones para saludar a los hinchas que alentaron sin parar.
A las 17 comenzará el partido, quizás, más importante de la historia del fútbol argentino y uno de los más trascendentales a nivel sudamericano. Un poco más de doras horas después se sabrá cuál de los dos alzará la copa.