Los looks del otoño-invierno 2019 están lejos de ser apagados o monótonos. La prueba más contundente es la apuesta de los diseñadores al color verde menta.
Vibrante, muy luminoso y con algunos matices permitidos, "es una alternativa que crea una sensación de suavidad y serenidad y que permite jugar con distintas amalgamas", opina la diseñadora de joyas Valentina Mander.
Además, por su abanico de variantes, va bien tanto para el día como para la noche y para looks más casuales o informales. El tipo de textura marcará el veredicto final sobre cuándo y cómo usarlo. "Para la noche, quedará bien en géneros más suntuosos o con algo de brillo -como el satén, la seda o la gasa o el vinilo, si se busca una estética más rockera- y para ocasiones más informales, las prendas de paño, algodón o gamuza serán lo acertado", completa Corine Fonrouge, asesora de imagen.
Duplas poderosas
¿Con qué tonos combinarlo? La regla para tener en cuenta es que, "al tratarse de una variante intensa y con blanco en su composición, permite diferentes alternativas. Algunas neutras o con un tinte clásico y otras, más jugadas o que salen de lo convencional", puntualiza Fonrouge.
Verde más verde. Un total look en esta escala dará una imagen sofisticada, que puede ser ideal para una fiesta o una salida importante.
Con neutros. Junto al nude, el salmón rosado, el beige, el rosado o el camel brindan una imagen delicada o, según la prenda elegida, con una impronta más romántica. Mientras que con marrón chocolate o verde botella pueden conformar un mix comodín o apto para la noche.
Plus vibrante. El azul eléctrico o los corales serán buenas opciones para un equipo contrastante y que agregue una cuota de creatividad.
La prenda en foco. "Un tapado de paño o lana será un guiño único a esta tendencia", detalla Fonrouge. Aunque también puede incorporarse como un único punto focal. Los clutches o billeteras con manija pueden incorporarse como un detalle sobresaliente. También cumplirán esta función los aros, collares, pañuelos, foulards o hasta las medias.