Los chispazos entre Alfredo Cornejo y Mauricio Macri, iniciados con la polémica sobre el manejo de las tarifas de los servicios públicos, han abierto diversas especulaciones en torno al verdadero vínculo político entre el Gobernador (y conductor nacional de la UCR) y el Presidente de la Nación.
“Desconfianza”, “sobreactuación”, “insensibilidad”, “demagogia”, han sido algunos de los calificativos que se escucharon como dardos cruzados en off en el trayecto Mendoza-Buenos Aires-Mendoza.
La reciente crisis cambiaria obligó al oficialismo de Cambiemos a cerrar filas, algo que sin embargo ya se había iniciado unos días antes con el intento opositor en el Congreso de retrotraer el cuadro tarifario y obligar al veto presidencial. En ese contexto, hubo declaraciones de rigor del propio Cornejo y más explícitas de Elisa Carrió; así como el vuelo conjunto y la fugaz visita presidencial, la semana pasada, que obligó a desalentar especulaciones.
Pese a ello, no pocos observadores creen ver algún daño en el vínculo que probablemente no se profundice mucho más en virtud de la mutua necesidad de un oficialismo hoy afectado en su carismática fortaleza.
Sin embargo, los asesores del gobernador vienen advirtiendo en el último tiempo la caída de la imagen de Macri, de la mano también de las ilusiones de un efectivo combate a la inflación así como de un reordenamiento concreto de la macroeconomía.
Esa variable sobre la que siempre (aún en campaña) advirtió Cornejo que él no maneja ya que es un resorte de la Nación y en cuyas manos, todos los gobiernos provinciales ponen el destino de sus respectivas administraciones.
Lo cierto es que más allá de distancias tácticas o estratégicas, en los últimos días el gobernador parece también haber enviado algunos mensajes cifrados cuya decodificación es imposible de leer sin el delicado contexto nacional. Y en especial, de las insospechadas consecuencias políticas que de él se podrían derivar.
Para ser claros, si el desgaste de Macri no se contuviera en el corto plazo, y por el contrario avanzara lo suficiente sobre el umbral de 2019, año electoral, en el Ejecutivo local no dudan que el gobernador no se quedará de brazos cruzados.
Por lo pronto, y tal vez para contener a sus socios leales en el Frente Cambia Mendoza (no es el caso del PD), el gobernador ordenó promover en la estructura de su gobierno a Alejandro Verón -de Libres del Sur- quien asumió como subsecretario de Desarrollo Social y a Sebastián Melchor -del Partido Socialista- nuevo director de Recursos Naturales de la Secretaría de Ambiente.
Ambos dirigentes del arco progresista de centroizquierda reportan a figuras nacionales de la oposición que nunca sintonizaron con Cambiemos.
¿Casualidad o un guiño a quienes hasta no hace mucho tiempo supieron ser, a nivel nacional, aliados de la UCR? ¿Una señal hacia el propio Macri o incluso al referente local del Pro, Omar De Marchi, que sin confirmarlo se prepara para enfrentar al propio Cornejo por su sucesión?