Ser parte de este “evento-show” de moda es para la mayoría de las modelos como tocar el cielo con las manos. Sin embargo se trata mucho más que un desfile donde se luce el diseño de lencería pero sin ser la “vedette” de la pasarela.
Se trata nada menos que del gran desfile anual de Victoria’s Secret (esta vez en Shanghai, China) en donde la marca de lencería realizó una vez más su ya tradicional apuesta con 37 “ángeles” (curvilíneos y también demasiado delgados) y 55 de las tops más cotizadas.
Pero más allá del marketing vale la pena preguntarse qué propósito tiene en realidad semejante apuesta, ya que si bien los diseños de lencería y accesorios son verdaderas piezas de arte, no están pensadas para el mercado común.
Es una pasarela vinculada a convertirse en un show, algo que muchos no comprenden cuando no se ven luciendo ese tipo de ropa interior, tan sofisticada como inalcanzable a nivel económico.
Es que justamente no se trata de eso, sino de un verdadero espectáculo (que deja suculentos dividendos): sólo así hay que leerlo. La bajada a la calle no está en esta pasarela sino en los locales de la firma.
Ni la extrema delgadez de muchas de las modelos, ni la supuesta visión de “perfección” física que se proyecta, son en realidad lo que debería quedarnos, sino la capacidad de “acontecimiento” que tiene esta performance en donde la música, la sensualidad sutil y los efectos son esenciales; quizás más que las prendas, que forman parte del impacto pero no en primer plano.
¿Que hace de este show un acontecimiento estelar? Aquí vamos.
1) Un desfile en seis temáticas. Uno fue el de "Punk Angel", que presentó los looks de Balmain; otro fue el de las diosas greco-romanas con coronas de laurel dorado -"Goddesses-. Mientras que la colección "Porcelain Angel" homenajeó a la dinastía Ming.
El cierre se hizo con un especial multicultural que recorrió tradiciones del mundo.
Lo que se dice ecléctico, con piezas tan únicas como sensuales.
2) El corpiño ícono. Fue el Champagne Night Fantasy Bra, que costó la friolera de dos millones de dólares y fue lucido por la modelo brasileña Lais Ribeiro.
La onerosa pieza llevó un total de 350 horas de trabajo, y está formada con cientos de zafiros amarillos, topacios y diamantes que simulan las ramas y hojas de un árbol. Además, para completar el diseño, la prenda tiene dos zafiros azules en el centro.
El concepto del Fantasy Bra recoge el imaginario de la firma y evoca la magia, la exclusividad y la elaboración minuciosa de la lencería.
La pionera en lucirlo fue Claudia Schiffer en 1996, quien desfiló con el primer corpiño millonario, bautizado como Millon Dollar Miracle Bra. Desde entonces la firma sorprendió con diseños más sofisticados y con precios que alcanzaron los 15 millones de dólares.
En el caso del Champagne Night Fantasy Bra fue elaborado junto a la marca de joyas Mouawad, que colaboró en varias oportunidades con la firma de lencería.
3) Grandes cifras para un gran megashow. Como explica el sitio Glamour, "los ángeles de la firma, (algo así como el G20 de las modelos) inauguraron el pasado marzo la primera tienda en China y la firma ha doblado el número de modelos de origen chino que participan en el desfile. Todo es poco para seducir a este mercado, según Euromonitor, el año pasado el sector de lencería movió 21.000 millones de dólares en China".
4) No todas fueron rosas. Antes de llevarse a cabo el desfile seis diosas de la pasarela vieron cómo se les esfumaba la posibilidad de ponerse las alas en Shangai.
Ellas son la conocida Gigi Hadid, Kate Grigorieva, Irina Sharipova, Julia Belyakova, Dasha Khlystun y Mayowa. ¿El motivo? A todas les fue denegada la visa en ese país.
Con Gigi la noticia adquirió más notoriedad pues su hermana Bella colgó en las redes un video en el que Gigi aparecía imitando la postura de Buda. La bromita se viralizó y el gobierno chino lo consideró una causa lo suficientemente grave como para no darle entrada al país.
5) Un resbalón fue la caída más vergonzante de la industria. Aunque esto es algo que nunca se ve en la emisión del desfile por televisión, las modelos de Victoria's Secret también se caen.
Este año le tocó a Ming Xi que resbaló mientras desfilaba. La joven cayó de rodillas y terminó con su adorno floral en la cabeza. Ming se levantó con la ayuda de su compañera Gizele Oliveira y siguió con una sonrisa en la cara como si nada hubiese pasado (pero por dentro se debe haber querido... ¡morir!).
6)¡Cuidado con el cierre! En su segunda actuación el cantante Harry Styles enseñó - sin quererlo- su cierre abierto en la pasarela.
7) Un ángel se va a volar. Junto otra brasileña, la modelo Adriana Lima Ambrosio era el ángel más veterano de Victoria's Secret: desfiló ininterrumpidamente para la firma de lencería desde el año 2000 y su contrato (dicen) ostenta siete cifras.
Antes del desfile dijo: “cuando empecé con ellos estaba en las nubes y seguir aquí 17 años después es casi surrealista. Me siento feliz de poder demostrar que la edad no es un impedimento para mantenerte en lo alto de la profesión”.
