El micro que llevaba al plantel de Boca Juniors fue atacado por hinchas de River en el camino de ida al estadio Monumental, donde se disputa la Superfinal por la Copa Libertadores.
El colectivo recibió piedrazos y proyectiles, mientras algunos jugadores se vieron afectados por los gases que arrojó la policía para dispersar a los agresores.
El vehículo llegó por avenida del Libertador y allí se encontró con el público local, que arrojó diferentes elementos contundentes contra los vidrios y los rompieron, a la vez que las fuerzas de seguridad reprimieron a los simpatizantes con gases, que afectó a los futbolistas visitantes.
Carlos Tevez, Cristian Espinoza y Mauro Zárate se vieron entre los más afectados, con dificultades para respirar y picazón en la garganta, al tiempo que Nahitan Nández se mostró enojado por los problemas en el arribo.
"Son unos hijos de puta (sic)", gritó el uruguayo Nández, quien acompañó a un afectado Tevez, que apenas podía respirar junto con otros asistentes.
"Tiraron gas pimienta", aseguró el delantero Darío Benedetto con la cara roja y una clara muestra de enojo, en el instante que se metió en el vestuario.
A su vez, el volante Pablo Pérez y el defensor Carlos Izquierdoz coincidieron en que les tiraron "de todo" al micro. Luego de la declaración a los medios, Pérez le pegó a la puerta del vestuario en una clara muestra de enojo.
Entre tanto, el entrenador Guillermo Barros Schelotto ingresó con tos y no consiguió declarar ante las consultas de los medios presentes.
Por su parte, uno de los vicepresidentes de Boca, Horacio Paolini, acusó a la policía de "liberar la zona" y apuntó contra el "fracaso" del operativo en la zona cercana al estadio.
"Es difícil de explicar lo que sucedió porque ha sido un episodio confuso, ya que ante las agresiones que recibimos la gente de seguridad decidió tirar gases lacrimógenos y como consecuencia se vieron afectados algunos jugadores", explicó el ex secretario general del club "xeneize" César Martucci en el contacto con la prensa.
"No puedo dar precisiones del grado de la afección porque los jugadores entraron antes que nosotros al estadio", argumentó.