Algunos actores y actrices pueden ser muy talentosos, pero tienen la mala suerte de morir frecuentemente en pantalla. Así que por más empatía que despierten, conviene no encariñarse demasiado a sabiendas de las fúnebres estadísticas de sus filmografías. Spoiler alert: si creías que Sean Bean tenía el récord, te equivocás.
Un cruce de la base de datos de Cinemorgue e IMDb permite establecer quiénes son las figuras del cine y de la televisión cuyos personajes requirieron la intervención de la Parca. Incluso, hay actores con más posibilidades de morir en cualquier película en la que aparezca, por más disparatado que se lea. Gran ayuda a la hora de completar el “necroprode” al ver una serie o película con amigos.
Christopher Lee falleció en 60 de las aproximadamente 280 películas en que apareció. El actor inglés, además, tiene otro "reconocimiento": es el que más veces murió haciendo el mismo personaje (Drácula, 10 veces). A finales de los '50, Lee se unió a Hammer Film Productions e interpretó al conde Drácula, un rol que lo catapultó al estrellato pero también lo dejó bastante encasillado por décadas.
"Podría morir por vos en todos los sentidos conocidos por el hombre, y en algunos aspectos solo conocidos por los guionistas", dijo Lee, en referencia al 21,4% de posibilidades de sobrevivir que recolectó en sus 70 años de carrera, en su mayoría como villano. Lo redujeron a cenizas ("Drácula", 1958), lo ahogaron ("La momia", 1958), cayó en un acantilado ("El circo del terror", 1966), lo apuñalaron (edición extendida de "El señor de los anillos: el retorno del rey", 2003) y lo decapitaron con dos sables de luz ("Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith", 2005).
John Hurt, otro inglés, reúne 45 muertes en poco más de 200 filmes que participó. Uno de sus honores es haber sido la primera víctima en "Alien" (1979), en esa memorable escena a bordo de la Nostromo en la que el xenomorfo sale de su cuerpo y desata un baño de sangre. Al año siguiente, Hurt interpretó al "hombre elefante" en el clásico de David Lynch, donde falleció dormido en la cama. En otros éxitos como "Hellboy" (2004) y "V de venganza" (2005), Hurt fue apuñalado y baleado en la cabeza, respectivamente.
Lee no es el único ícono del terror en la lista. Bela Lugosi, el conde Drácula de la película de Universal estrenada en 1931, falleció en 36 ocasiones; mientras que Vincent Price fue desmembrado, quemado vivo, envenenado, asesinado por ¡Christopher Lee! y hasta hizo llorar a todos en "El joven manos de tijera" (1990). Actuó 32 muertes frente a cámara.
Al mexicano Danny Trejo le pasaron factura sus papeles osados y violentos, que van desde un asesinato en manos de Robert De Niro en "Fuego contra fuego" (1995), un suicidio en "Anaconda" (1997) y otras muertes en series y videos musicales (por ejemplo "Flames", de David Guetta).
Samuel L. Jackson tiene que agradecerle parte de sus 31 decesos a Quentin Tarantino, quien decidió matarlo en todas las películas que estuvo en pantalla salvo "Pulp Fiction" (1994). En la franquicia de Marvel, como Nick Fury, el actor fingió la muerte o ésta duró temporalmente, aunque no puede decirse lo mismo de "Jurassic Park" (1993), donde el velociraptor se lo devoró y sólo dejó su brazo.
Lo de Ned Stark en el final de la primera temporada de "Game of Thrones" (2011) fue shockeante, pero es sabido que a Sean Bean se le da bastante seguido espichar. Casi un cuarto de sus apariciones en cine y tv terminan en tragedia: ¿Boromir de la Tierra Media o Alec Trevelyan como villano de Bond?
A otro que le gusta figurar en los fúnebres es Lance Henriksen, propenso a películas clase B. Quizás lo recuerden por su doble rol androide y humano en "Alien 3" (1992).
Por su parte, Michael Biehn suma 24 porotitos, incluyendo el final de su Kyle Reese en "Terminator" (1984); mientras que Mickey Rourke acumula unas 22 muertes (se animó hasta la silla eléctrica en "Sin City").
En cuanto a mujeres, Julianne Moore encabeza el ranking con 17 fallecimientos en pantalla, que abarcan la tuberculosis ("El ocaso de un amor", 1999), persecución en el apocalipsis ("Niños del hombre", 2006), enfermedad de Alzheimer ("Siempre Alice", 2014) y hasta un flechazo en "Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 2" (2015). En "Boogie Nights" (1997) zafó de morir por drogas, pero en "Kingsman: el círculo dorado" (2017) no podemos decir lo mismo.
A Moore la siguen Charlize Theron, con 15, y Marion Cotillard, con 10. Como buena francesa, fue víctima de la guillotina (Amor eterno, 2004), aunque se ha suicidado cuatro veces hasta como Lady Macbeth, en 2015.
Otros famosos de Hollywood también la pasan mal. En uno de sus tantos cameos, el propio Martin Scorsese asesinó de un balazo en el cuello a Robert De Niro en el final de "Calles salvajes" (1973), en lo que sería la primera de 21 muertes -varias muy similares, incluyendo la última en "Joker" (2019)-.
Leonardo DiCaprio, otro colaborador habitual de Marty, murió 11 veces en distintas películas. Suicidado ("Romeo + Julieta", 1996), congelado en el mar por falta de espacio en una tabla -o por la comodidad de Kate Winslet, aunque mejor no entrar en ese debate- ("Titanic", 1997) y ultimado a tiros ("Diamante de sangre", "Los infiltrados", "J. Edgar", "Django sin cadenas", "El gran Gatsby"). Pare de sufrir.