En una era donde los mayores hitazos en taquilla conforman gigantescas y aceitadas franquicias, es común que la balanza artística se incline en contra de resucitar ideas antiguas. Más si se trata de remakes que poco aportan a la causa y llegan hasta 50 años después, con más pena que gloria.
Sin embargo, hay diez reinvenciones que funcionan mejor que la película original -muchas veces basadas en obras de literatura- y que merecen un lugar en la siguiente lista. A futuro, el abanico será amplio: hay una nueva “West Side Story” de Steven Spielberg y una “Scarface” de Luca Guadagnino, por mencionar algunas.
1. La gran estafa (2001)
La de 1960 no es tan recordada pese a contar con los Rat Pack (Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr). Si bien el remake de Steven Soderbergh (“La gran estafa” u “Ocean’s Eleven”) también triunfa por el carisma de Matt Damon, Brad Pitt y George Clooney, ofrece un guion más astuto, unas secuencias de atraco mejor logradas y un prolijo diseño de producción. Tal fue el acierto que impulsó una trilogía, un spin-off y varios clones más.
2. La invasión de los usurpadores de cuerpos (1978)
En el remake de 1978 de Philip Kaufman, también basado en la novela de Jack Finney, la historia es la misma: extraterrestres quieren reemplazar y eliminar a los humanos por copias surgidas de unas vainas vegetales. Pero eleva el tono demencial, traslada el horror al descontrol de una urbe y ofrece una crítica social más interesante (alienación) antes que la postal anticomunista de la Guerra Fría. ¡Y ese perro con cara humana sigue dando las peores pesadillas!
No obstante, la película de 1956 dirigida por Don Siegel igualmente es un clásico del cine. Además, es de esos buenos ejercicios que tanto escasean actualmente para narrar terror en no más de 80 minutos.
3. Scarface (1983)
Medio siglo pasó entre ambas películas (1932 y 1983), pero cada una toma su camino respecto a la novela de Armitage Trail.
Aunque ambas son igual de dignas (la primera fue dirigida por el maestro Howard Hawks), el Tony Montana de Al Pacino, la enérgica dirección de Brian De Palma y los sintetizadores de Giorgio Moroder son insuperables. Muy extrema, sí, pero nunca cae en la vulgaridad. Y repleta de monólogos y “fuck” para enmarcar.
4. Los infiltrados (2006)
Apenas la hongkonesa “Infernal Affairs” (2002) se convirtió en un éxito, Warner Bros. compró los derechos por poco menos de 2 millones de dólares, le confió la dirección a Martin Scorsese y se aseguró a Leo DiCaprio, Matt Damon y Jack Nicholson. ¿El resultado? Una de las más impecables películas de acción jamás filmadas, también gracias a la edición de Thelma Schoonmaker.
Igualmente, que “Los infiltrados” (2006) sea el primer y único Oscar a Scorsese es de esas injusticias incomprensibles.
5. La cosa (1982)
Como la anterior de Christian Nyby (1951), también está inspirada en la novela de John W. Campbell. Pero todo buen fanático del cine de terror tiene a la película de John Carpenter en su ranking de favoritas. Le tocó luchar en su momento contra el optimismo ATP de "ET: el extraterrestre", pero el paso del tiempo le dio el reconocimiento que merece. Punto extra para el maquillaje y los efectos especiales de Rob Bottin.
6. Cabo de miedo (1991)
Otro remake -basado originalmente en una novela- que fue a manos de Martin Scorsese con éxito. ¿La más hitchcockiana del director? Robert De Niro personifica al salvaje Max Cady, que busca venganza contra el abogado que lo confinó en la cárcel. Si bien a veces desborda en sus intenciones, el manejo del suspenso y del terror psicológico es preciso, además de la atmósfera de ansiedad y paranoia constante. En comparación, la de 1962 dirigida por John Lee Thompson resulta algo plana.
Curiosidad: Steven Spielberg iba a dirigir “Cabo de miedo” pero decidió tomar “La lista de Schindler”, proyecto que estaba encaminado para Scorsese. En un universo paralelo…
7. El hombre que sabía demasiado (1956)
Alfred Hitchcock revisitó su película homónima de 1934 y llamó otra vez al gran James Stewart para un protagónico. Es famosa la frase del director británico para justificar la existencia: "La primera versión es la de un amateur, la segunda es la de un profesional".
Este thriller es una buena opción a recomendar para quien quiera iniciarse en la filmografía del maestro del suspenso, ya que reúne muchos de sus sellos distintivos (la pieza rodada en el Royal Albert Hall es magnífica). Y nos dejó el pegajoso "Qué será, será" de Doris Day.
8. La mosca (1986)
La que estelariza Jeff Goldblum, bajo dirección de David Cronenberg, está ubicada un paso adelante de la de 1958. El proceso de mutación del científico es distinto, lo que otorga un desarrollo más interesante a sus emociones, su trágica historia de amor y el culto al cuerpo.
9. Mad Max: furia en el camino (2015)
No es necesariamente un remake ni tampoco una secuela de las películas protagonizadas por Mel Gibson en los '80. Lo correcto sería "renacimiento", pero ni el propio George Miller supo definirlo con exactitud en su estreno.
De lo que sí estamos seguros es que "Mad Max: furia en el camino" (Mad Max: Fury Road, 2015) es uno de los mejores filmes en lo que va del siglo, ya sea por sus secuencias de acción, su adrenalina visual o el abordaje de temáticas como la supervivencia, el colapso de la humanidad y el feminismo. Sin olvidar la implacable Furiosa de Charlize Theron.
10. True Grit (2010)
La versión de los hermanos Coen de la novela de Charles Pontis y remake del western dirigido por Henry Hathaway (1969) presentó a un Rooster Cogburn (Jeff Bridges) más consciente de su camino crepuscular que el de John Wayne. Quizás sea “la falta de westerns como los de antes” en la actualidad lo que le permita brillar más. Como sucede en todas sus participaciones, el aporte de Roger Deakins en fotografía enriquece la hazaña.