Villa Gesell - Por Prof. Carlos H. Laterra

Villa Gesell - Por Prof. Carlos H. Laterra
Villa Gesell - Por Prof. Carlos H. Laterra

Sin dudas estamos viviendo en una sociedad cada día más violenta y las razones parecen ser multicausales como para señalar una sola. En todos los deportes hay hijos de buena posición o no, de escasos recursos, de sectores carenciados, de padres sobreprotectores, de padres responsables o irresponsables, de familias poderosas, con estudios, sin ellos, profesionales o no, pero este perfil de desmanes (no como éste, que es el extremo brutal de algo que nadie quiso ni quiere), no se da en la mayoría de los otros deportes, comúnmente no se llega a grandes lesiones y suele ser de muchas menos consecuencias, cuando se da.

El campo deportivo de cualquier deporte es una excelente herramienta para fortalecer valores como respeto a la autoridad, a los límites, la solidaridad, espíritu de equipo, respeto a las leyes, no violencia, etc. La tecnología ayuda a que cada vez el deporte sea más limpio y el Rugby es uno de los deportes que ha más ha avanzado hacia el tan ansiado “juego limpio”. Pero hay algo que no sucede en otros deportes y sí se percibe en éste. Parece ser que su formación no le permite retroceder y debe avanzar a como dé lugar, quizás sea la esencia del deporte mal trasladada a la vida fuera del campo de juego. La verdad no lo sé. O quizás debería trabajarse en ello para que no lo confundan. No soy rugbier y siempre he admirado a ese jugador en donde el espíritu de equipo prima sobre todo lo demás y me he dado cuenta que son diferentes son selectos y muy unidos. Sus amistades duran toda la vida, son leales, muy voluntariosos y difícilmente puedas integrarte a su grupo si no eres rugbier.

Creo que se debería revisar las prácticas, la enseñanza o instrucción, el “tercer tiempo” o el camarín o las reuniones post técnicas pues “algo” sucede en algún momento del recorrido deportivo del jugador de rugby que lo lleva a cometer desmanes fuera del campo de juego y siempre o casi siempre en “equipo”. ¿Por qué digo esto? En algunas oportunidades me ha tocado conseguir alojamiento para alguna delegación de rugby y me ha costado muchísimo. En otros deportes no sucede. En una ocasión conseguí alojamiento en el ámbito municipal a la segunda noche los desalojaron, eran chicos de 16 años. Me preguntaban de qué deporte y cuando les decía no los alojaban.

En fin... insisto en que debería revisarse su práctica. En algún lado se puede trabajar para que esto no suceda nunca más.

Prof. Carlos H. Laterra - DNI 8.072.312

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