Smartphones, tablets, computadoras portátiles y tantos otros dispositivos de la era de las comunicaciones se han convertido lentamente un accesorio más en nuestros atareados días en un mundo hiperconectado. Claro que todos estos aparatos tienen una dependencia en común: la conexión a Internet.
Sin acceso a la red de redes ningún equipo es tan smart, y cuando no contamos con un plan de datos propio solemos valernos de alternativas como las conexiones disponibles en aeropuertos, bares y restaurantes.
Pero los enlaces de Internet públicos pueden significar un gran peligro para nuestros datos si no configuramos correctamente nuestros dispositivos. Virus, adware y robo de información son los riesgos más comunes. ¿Cómo se evitan?