Cuando me encuentro con padres en el supermercado, por ejemplo, y escucho los berrinches que sus hijos hacen para conseguir lo que quieren, veo que ellos, los padres, muchas veces no son capaces de poner límites.
Esos padres esperan que sea la escuela la educadora en valores y ellos delegan en ella, la escuela, toda la responsabilidad en la crianza de sus hijos.
Me pregunto entonces, y… ¿dónde están los padres hoy? Pretenden ser amigos de sus hijos cuando deberían ser los responsables de educar en valores: el valor del respeto por el otro, de la amistad, del estudio, de la responsabilidad.
Hoy se permite todo. La sociedad y la escuela deben aportar las virtudes que deberían venir da la casa, del hogar.
Siempre pensé que la escuela era el lugar en el cual una persona aprendía los conocimientos necesarios para luego enfrentar el mundo del trabajo.
A nosotros los que somos mayores nos ponían límites y nuestros padres se hicieron responsables de nuestra educación. Ellos deseaban que sus hijos fueran honorables, buenas personas, trabajadoras y sobre todo que sumaran positivamente su aporte al mundo social donde cada uno viviría.
Pero ¿qué debe suceder para que las futuras generaciones crezcan con el valor de la familia? Familia, sea cual fuere su composición.
Cada padre deberá replantearse su función, su responsabilidad para con sus hijos y tomar conciencia que defender actitudes indefendibles y muchas veces inmaduras por parte de sus hijos, sólo perjudica a sus propios hijos.
Marisol Abihaggle
DNI 10.802.673
